Gorbachov visita el epicentro del drama armenio
El líder Mijail Gorbachov, que pasó sin ser anunciado por Moscú, procedente de Nueva York, Uegó ayer por la mañana en avión a la ciudad de Leninakán, en el epicentro del terremoto ocurrido el pasado día 7 en Armenia. El seísmo, el más violento jamás registrado en el Cáucaso, había producido hasta ayer el balance provisional de 40.000 a 45.000 muertos y 20.000 heridos, y había dejado sin hogar a 500.000 personas, según afirmaban portavoces oficiales en Moscú. La cifra de hospitalizados hasta ayer era de casi 7.000 personas.
La búsqueda de personas vivas enterradas en los escombros es la tarea más urgente en la actua lidad. Equipos internacionales con aparatos especiales de detec ción continuaban llegando ayer, o bien a Moscú o bien a Eriván, capital de Armenia, desde donde eran trasladados después en avión a Leninakán y la zona afectada, donde las comunicaciones ferroviarias seguían ayer sin ha berse restablecido totalmente.Un total de 1.500 personas han sido rescaitadas vivas de las ruinas desde que comenzaron las tareas de salvamento, y entre ellas 60 lo fueron por un equipo francés, que fue el primer contin gente de ayuda. extranjera en llegar a Armenia, según manifestó ayer Yuri Chaplygin, vicejefe del servicio de información del Gobierno soviético.
La estación sismológica de Leninakán, hoy destruida, no trató con el debido rigor los síntomas que precedieron al terremoto, a saber, un pequeño temblor de tierra de intensidad comprendida entre tres y cuatro en la escala Richter (que tiene un máximo de 10) que se produjo el 6 de diciembre. Esta circunstancia fue expresada ayer por Igor Nersesov, jefe de la sección sismográfica del Instituto de Física de la Tierra de la Academia de Ciencias de la URSS y miembro corresponsal de la Academia de Ciencias de Armenia.
Nersesov manifestó que los miembros de la estación sismológica, una veintena de personas evacuadas actualmente a Eriván, se retrasaron en el estudio y envío de la información facilitada por el primer terremoto. Nersesov, que hizo hincapié en el frecuente carácter de tales sacudidas en la región, se mostró con todo escéptico sobre la posibilidad de haber tomado medidas preventivas.
Se esperan nuevas sacudidas
En los próximos días, y hasta el 15 de diciembre, son de esperar, según Nersesov, nuevas sacudidas de carácter más débil que la ocurrida el pasado miércoles. Ésta llegó a alcanzar una fuerza destructiva de hasta 10 (en la escala soviética de 12 puntos) en el epicentro, y una potencia de siete en la escala Ricliter.En una conferencia de prensa con diversos representantes de la Administración, Chaplygin manifestó que más de 120 edificios han sido destruidos en Leninakan. Naersesov atribuyó más tarde el elevado porcentaje de destrucción (un 80% de la superficie edificada) a la mala cailidad de a construcción. La ciudad de Spitak, que tenía unos 50.000 habitantes, ha sido borrada del mapa y será reconstruida de nuevo totalmente. Spitak se encuentra donde antaño existiera la antigua capital de Armenia, Aini, que fue borrada del mapa por un terremoto en el año 1046.
Unas 700.000 personas vivían en la zona afectada por el seísmo, cuyo radio de acción se extendió desde Bakú, en el mar Caspio, hasta la localidad veraniega de Sotchi, situada en el mar Negro.Las autoridades soviéticas recocieron que la organización de la ayuda ha dejado que desear. La reciente llegada de refugiados armenios procedentes de Azerbaiyán ha dificultado el recuento de las víctimas, ya que se desconocía cuál era la cuantía de esos refugiados, no registrados y alojados en casas de parientes o amigos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.