Deprisa, deprisa
España tendrá una unidad especial para atender a los traumatizados de la columna vertebral
Unas 1.300 personas -generalmente jóvenes- sufren anualmente accidentes que lesionan su médula espinal. Otras estimaciones apuntan que hasta un 20% de los traumatizados graves muere por un rescate inconveniente y un transporte tardío. La atención a estos pacientes puede favorecerse con la creación de una Unidad de Urgencia Medular (UUM) en España. Éste será uno de los objetivos de la recién nacida Fundación Benedicto Alfaro, que impulsará la investigación sobre la columna vertebral. Su asesor científico, Raymond Roy-Camille, explica el funcionamiento de la UUM y los tratamientos que inciden en la columna vertebral y en el eje nervioso que protege, la médula espinal.
Roy-Camille recuerda el caso de un paciente suyo, nada menos que Michel Gillibert, el actual ministro de Asuntos Sociales francés: "Tuvo un accidente de helicóptero. Acudió a un centro en el que lo dejaron en una cama sin hacer nada, con una lesión medular muy grave. Transcurrida una semana, un amigo lo llevó a mi servicio. Cuando lo operé no podía moverse en absoluto, tenía una tetraplejia (parálisis de los brazos el tronco y las piernas). Recuperé la función de dos raíces nerviosas. Ahora puede sostener un vaso de agua, pero no es capaz de escribir".Roy-Camille se enorgullece de la evolución de este paciente, pero llama la atención sobre la importancia de actuar rápido ante un accidentado con problemas vertebrales. Es natural de Martinica, tiene 61 años, y se expresa en español con acento muy afrancesado. Especialista en cirugía ortopédica, es jefe de Servicio de Cirugía Ortopédica y Reparadora del Grupo Hospitalario Pitié-Salpetriére de París desde 1976.
La columna vertebral es una estructura compleja que constituye el pilar central del tronco humano y también el estuche protector de la médula espinal, la autopista por donde circulan los impulsos nerviosos. Le lesión de este órgano interrumpe la circulación de los mensajes nerviosos irreversiblemente.
El campo de trabajo que desarrolla Roy-Camille desde 1973, abarca tanto la reparación quirúrgica de los traumatismos de la columna vertebral que puedan producir parálisis (ya que la médula espinal viaja a través de los orificios labrados en las vértebras) como la de las enfermedades crónicas de estos órganos (como las artrosis y los tumores).
Recientemente ha estado en España, recién estrenado su cargo de asesor científico de la Fundación Benedicto Alfaro. Su proyecto inmediato será crear en España una unidad de urgencia medular (UUM) a imagen y semejanza de la suya. El servicio de ayuda médica urgente francés coordina que los enfermos medulares lleguen a su servicio.
"Con la fundación de esa unidad, España se situará entre los primeros lugares del mundo en calidad de atención al enfermo con problemas medulares agudos", asegura. Tendrá una cobertura del área de Madrid y su posible ubicación, según fuentes de la Fundación, será la clínica Ruber de Madrid. Los traumatismos -debidos sobre todo a accidentes de tráfico- suponen el 65% de los cuadros que producen parálisis en los miembros.
Un día en la unidad
"Supongamos que el paciente acaba de sufrir un accidente y está en la carretera. Si hay sospechas de que tiene una lesión vertebral, se le debe evacuar con cuidado, rápidamente y sin mover su columna. Se le debe levantar entre cuatro personas y colocarlo en un camilla rígida en la ambulancia. Ésta debe llevar un médico para precisar si ha habido lesión medular o no. A la llegada al hospital, el enfermo no debe ser cambiado de camilla. El hospital debe proveer a la ambulancia de otra", indica Roy-Camille.
"El transporte debe ser rapidísimo, porque el pronóstico depende del tiempo. Usualmente se considera que se debe operar antes de que se cumplan las seis horas desde que ha ocurrido el accidente, aunque nuestro departamento considera que hay tiempo hasta las 24 horas", prosigue.
"La UUM debe contar con un cirujano jefe cada día, un ayudante y una enfermera de quirófano. Tres cirujanos experimentados que trabajen allí me parece lo adecuado", indica. Precisamente Roy-Camille se encargará de formar a los médicos españoles responsables del servicio. Él se enfrenta anualmente a 180 casos agudos, "de los cuales un tercio tiene lesiones medulares y el porcentaje restante tiene daños sólo en la parte ósea".
"Hay que conocer inmediatamente el estado de la columna y de la médula. Al paciente se le practican radiografías, y se le hace un estudio con tornografia axial computadorizada (TAC) y resonancia magnética, que ha demostrado ser muy importante para abordar esta patología, ya que se pueden distinguir todas los estructuras con mucha nitidez".
"Tras una reunión del equipo de médicos en la que se decide qué se hará, debe prepararse la sala de operaciones. Todos los que intervengan deben estar familiarizados con la patología del raquis. La unidad medular es un complejo en el que todos deben estar familiarizados con la patología de este tipo", insiste.
Descompresión de la médula
En el quirófano se aplicará el tratamiento adecuado: si ha habido una rotura de las vértebras con desplazamiento de los fragmentos que comprimen la médula hay que descomprimirla para que recupere la normalidad y reducir la fractura. También hay casos con fracturas que no tienen afectación medular, pero hay que operar para fijar la fractura, porque secundariamente pudieran afectar a la médula.
"En los pacientes con hemiplejías (parálisis de los miembros inferiores) y tetraplejía se necesita unas camas especiales de agua y giratorias, y con una, organización especial con enfermeras que conocen bien este tipo de pacientes. La complicación más conocida son las escaras, ulceraciones que aparecen por la inmovilidad de los pacientes", prosigue el especialista. "Tras dos o tres semanas en la unidad de agudos, se debe trasladar al enfermo a un centro de rehabilitación, para continuar el tratamiento, con lo que la UUM concluye su misión".
"Trabajo en una técnica quirúrgica para resecar grandes tumores y reemplazar las vértebras con placas e injertos, es muy difícil, especialmente en el tórax", comenta cuando se le pregunta por sus últimas aportaciones.
"También utilizamos una técnica especial para reducir la escoliosis -desviación lateral de la columna vertebral- que es un problema frecuente en los adolescentes. Esta dolencia se manifiesta asimismo en mujeres menopáusicas, por el problema que plantea la falta de densidad en los huesos (osteoporosis) que tienen estas mujeres", añade.
"La cirugia reparadora de la columna vertebral y la médula espinal es una cirugía de hoy y de mañana, no de ayer", especifica Roy-Camille sobre el futuro de las posiblidades terapéuticas de esta rama de la traumatología.
Células embrionarias
Más del 30% de las reclamaciones por incapacidad laboral que se tramitan en los Servicios de la Seguridad Social de los países de la Comunidad Europea están provocados por problemas relacionados con la columna vertebral.Las enfermedades de la columna vertebral suponen nada menos que 5.000 millones de pesetas de pérdidas anuales en horas de trabajo.
Un rápido repaso a estas cifras fuerza a concluir que el coste social y humano que genera las enfermedades de la columna vertebral es elevadísimo. De ahí la importancia de la investigación.
"El futuro es la implantación de células embrionarias de sistema nervioso en los focos de las lesiones medulares. Pero existen problemas prácticos y éticos. Hemos experimentado en ratones y en algunos casos con monos, dentro de los programas del Institut pour le Recherche sur la Moelle Epinière (IRME)", dice el traumatólogo Roy Camille, que participa en los protocolos clínicos. La Fundación Benedicto Alfaro colaborará con este instituto.
Estas células "mejoran el metabolismo de la médula. Cuando hay una contusión en este órgano, se produce una lesión central. De ese punto surgen sustancias que inducen la destrucción de toda la médula progresivamente. Si se implantan células embrionarias, se previene esta destrucción".
"Estoy trabajando sobre una prótesis de disco vertebral que permitirá la movilidad del enfermo. Todavía no he puesto prótesis en personas" dice Roy-Camille. Cuando se destruyen varias vértebras este traumatólogo es partidario de utilizar injertos procedentes de bancos de huesos.
El futuro pasa también, según Roy-Camille, por la recuperación de las raíces nerviosas por medio de puentes o injertos nerviosos. Otra posibilidad es la sutura de la médula. En cuanto a esta técnica hay que prevenir la cicatriz a nivel de la lesión, según el especialista. Ésta interrumpe el paso de las vías de transmisión nerviosas que se dirigen o vuelven del cerebro.
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