Ataque israelí al sur de Beirut por tierra, mar y aire
El Ejército israelí lanzó ayer un ataque combinado por tierra, mar y aire contra una posición palestina en Líbano. Nada nuevo si se considera que desde su retirada de ese país, en 1985, sus ataques han sido habituales y que éste hacía el número 26 del año. Sin embargo, su proximidad a la capital, Beirut, y el gigantesco despliegue efectuado para recuperar a cuatro soldados extraviados en la operación convirtieron la de ayer en una de las mayores incursiones israelíes desde su invasión en 1982. Líbano pidió anoche una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU.
El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, manifestó en Oslo su inquietud por la situación "explosiva" de Oriente Próximo. EE UU, por su parte, deploró la violencia en, la región, informa France Presse.De "audaz y espectacular" calificó radio Israel la operación de rescate de sus cuatro soldados. Tal vez sea esa la única apreciación en la que libaneses e israelíes puedan ponerse de acuerdo. Residentes en Beirut contactados desde Jerusalén vía Chipre (las comunicaciones entre Israel y Líbano están cortadas) dieron cuenta de la magnitud de la operación. "Me despertaron las detonaciones hacia las ocho de la mañana", manifestó un habitante de la capital a EL PAÍS.
Por lo demás, el relato de lo que sucedió ayer en los alrededores de Damur, una pequeña localidad a apenas 15 kilómetros de Beirut, difiere bastante según las fuentes. Todo parece indicar que antes del amanecer, hacia las tres de la mañana, una unidad de la infantería israelí (compuesta por varias decenas de hombres) fue desembarcada en una playa cercana a Damur. El lugar, a las faldas del Chuf, el feudo druso de Walid Jumblat, se encontraba a tres kilómetros de su objetivo: una base del frente Popular de Liberación de Palestina (Comando General), que dirige el pro sirio Ahmed Jibril.
La incursión fue detectada por los hombres de Jumblat y de las organizaciones palestinas instaladas en esa zona e inmediatamente comenzó un combate en el que un teniente coronel israelí resultó muerto y tres soldados heridos, según confirmaron fuentes militares en Jerusalén. Además, drusos y palestinos lograron rodear a otros cuatro miembros del Tsahal (el ejército israelí) en las cercanas colinas de Naame, al norte de Damur, según
informaron fuentes de los servicios de seguridad libaneses citados por las radios locales.
Cuando, ya de retirada, los israelíes se dieron cuenta de la ausencia de cuatro compañeros, se puso en marcha una operación de rescate que el propio Tsahal calificó de peligrosa. Importantes refuerzos fueron transportados por helicóptero al lugar para evacuar a los asediados.
La policía libanesa notificó el desembarco de un primer contingente de hombres hacia las ocho de la mañana en unas colinas próximas a Damur y una hora más tarde en dicho pueblo.
Estallaron entonces nuevos enfrentamientos a los que, siempre de acuerdo con fuentes libanesas, se unió ahora, al lado de drusos y palestinos, el ejército sirio, desplegado desde hace tiempo en esa zona de Líbano. Simultáneamente, y para apoyar a sus unidades en tierra, la aviación israelí efectuó repetidos bombardeos sobre varias posiciones palestinas y drusas en ese sector.
El resultado de tales enfrentamientos concluyó, según fuentes palestinas, con el derribo de un helicóptero israelí por parte del ejército sirio que además, aseguraron, había capturado a 18 comandos israelíes. Una vez que, alrededor de mediodía, hubieron partido los israelíes, los milicianos drusos iniciaron las tareas de rescate e informaron de cuatro muertes, uno de ellos un oficial del grupo de Jibril, y 10 heridos, en su mayoría palestinos. De acuerdo con los hombres de Jumblat, los bombardeos israelíes alcanzaron al menos dos posiciones del FPLP-CG, incluido su cuartel general, y otras dos del grupo de Georges Habache, el Frente Popular para la Liberación de Palestina.
Versión de Tel Aviv
Según la versión difundida horas después en Israel -después de levantarse la prohibición de informar sobre el tema-, al menos 20 milicianos resultaron muertos y el cuartel general de Jibril quedó destruido. Un portavoz del ejército negó la pérdida de un helicóptero y aseguró que te los los soldados israelíes que habían participado en la operación fueron repatriados posteriormente. La misma fuente desmintió que se hubiera producido contacto alguno con las fuerzas sirias, pese a las informaciones en ese sentido llegadas desde Beirut.Se desconoce por qué Israel decidió en esta ocasión lanzar tan arriesgada operación terrestre dentro de Líbano. La retirada, la semana pasada, de varias decenas de observadores militares sirios estacionados en la zona provocó, sin embargo, especulaciones en la capital libanesa sobre una eventual operación militar isrielí para distraer la atención de la ofensiva diplomática lanzada por Arafat.
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