Afeites para Raisa

Raisa Gorbachova, que está en esa edad, 54 años, en la que no basta con lavarse sólo la cara, visitó ayer la catedral de la cosmética norteamericana. Estée Lauder, la reina del maquillaje, mostró a la primera dama soviética su emporio de cremas, afeites, técnicas para prolongar la tersura de la piel y demás recursos para conseguir la eterna juventud. Raisa se entretuvo entre potingues de cientos de dólares en la lujosa tienda Lauder de la Quinta Avenida.Estée Lauder, una de las figuras prominentes de la jet neoyorquina se declaró encantada de atender a la señora Gorbachov, que "parece tan guapa en las fotografías". Nueva York, paraíso de los consumidores, no defraudó ayer a la camarada Raisa que, procedente de la patria de los trabajadores, recorrió Manhattan saludando tras las cortinillas de su mastodóntica limusina Zil, tipo catafalco.

El elegido, a la hora de cerrar esta edición, era al parecer Macy's, que luchó hasta última hora con el más sofisticado Bloomingdales.

Pero antes de sumergirse en la orgía de consumo navideña que azota Estados Unidos y, especialmente, esta ciudad, Raisa se apuntó el último triunfo en la larga lucha con su rival la ex actriz Nancy Reagan. La esposa del presidente norteamericano tuvo que conformarse con el segundo puesto en importancia en la comida que la mujer del secretario general de la ONU ofreció a la zarina del Kremlin. Marcela Pérez de Cuéllar no tuvo más remedio que sentar a Raisa a su derecha.

Nancy se limitó ayer a desear "Feliz Navidad" a la atea Raisa, de quien, en la cumbre de Ginebra, comentó "¿quién se cree esa dama que es?" después de soportar una lección de marxismo durante la cena. "Espero que se lo pase bien en Nueva York, ahora que la ciudad está con la decoración navideña", añadió.

Raisa conoció en el almuerzo en casa de Pérez de Cuéllar a Barbara Bush, su próxima nueva contrincante, con quien le auguran una relación más fácil que con Nancy.