Ensidesa y la multinacional japonesa Mitsubitshi negocian la creación de una filial conjunta en Asturias

La Empresa Nacional Siderúrgica, SA (Ensidesa), cabecera de las actividades del Instituto Nacional de Industria (INI) en este negocio, estudia la creación de una filial dedicada a la producción de chapa pintada en Asturias, con una inversión de alrededor de 3.000 millones de pesetas. La empresa pública ha entrado en contacto con distintas multinacionales interesadas en la construcción de la factoría, a partir de la cual se podría crear la nueva filial con participación del socio tecnológico.

La constitución de la nueva sociedad viene a revitalizar un viejo proyecto de Ensidesa, interesada en ampliar su actividad hacia este sector de producción. Ensidesa cuenta con una oferta del conglomerado japonés Mitsubishi, interesado en tomar una participación y aportar activos comerciales a la futura filial.Ensidesa cuenta además con ofertas para la construcción de la nueva planta hechas por grupos siderúrgicos de la RFA, Francia e Italia. No ha trascendido, sin embargo, la identidad concreta de estos grupos ni su grado de compromiso en el proyecto de la empresa del INI.

La inversión industrial barajada por la empresa pública ronda los 3.000 millones de pesetas, si bien está sujeta a una serie de variables aún por determinar, que condicionarían considerablemente su coste, según fuentes próximas a la siderurgia asturiana. Otro de los extremos del proyecto que deberán clarificarse es una eventual ruptura de las capacidades de producción de coils, materia prima de la futura factoría de Ensidesa.

La empresa pública prevé perfilar su proyecto en las próximas semanas para tenerlo definido en los dos primeros meses de 1989.

Uno de los eventuales socios de Ensidesa en el proyecto, Mitsubishi, ha ofrecido a Ensidesa la posibilidad de tomar una participación importante en la futura filial de Ensidesa comprometiéndose al tiempo a aportar volúmenes de demanda derivados de sus necesidades de producción europea.

Europeización

En principio, mitsubishi ha de incrementar el valor añadido de sus productos para alcanzar antes de 1992 el listón puesto por la Comunidad Europea (CE), de un 64%, situado muy por encima de los grados de europeización con los que produce su planta portuguesa. Mitsubishi ha barajado además la posibilidad de situar una fabrica de automoviles de turismo en España, según ha anunciado un directivo de la propia sociedad. El mercado que supone la producción de automóviles en España -Suzuki-Santana y Nissan-Motor Ibérica, en el caso nipón, y las norteamericanas Ford y General Motors, entre los no comunitarios- supone otro de los objetivos de la futura planta de chapa pintada.La negociación con Mitsubishi ha de tener en cuenta, sin embargo, el enfriamiento de las relaciones comerciales hispano-japonesas augurado por la propia compañía nipona al sentirse apartada por cuestiones extraeconómicas del contrato del siglo convocado por Renfe para dotarse de material rodante de alta velocidad.