"El vendaval secularizador" aleja a los jóvenes de la Iglesia, según Suquía
El cardenal Angel Suquía presidente del episcopado, afirmó ayer que los jóvenes españoles se hallan alejados de la Iglesia debido, entre otras cosas, al vendaval secularizador, que "ha arrastrado consigo todos los signos religiosos que hacían presente lo divino". Ante el pleno de la Conferencia Episcopal que desde ayer y hasta el próximo sábado se reúne en Madrid, Suquía hizo un análisis de la situación de los jóvenes en España, y culpó al Estado, a las empresas y a la sociedad de no haber solucionado el paro juvenil.
El cardenal arzobispo de Madrid-Alcalá, en ese diagnóstico sobre la juventud, atribuyó al consumismo, al materialismo, al hedonismo y a la permisividad moral la capacidad de "excitar las pasiones, estragar el sentido de lo religioso, potenciar los valores del dinero, del placer y del poder como los únicos importantes". Ello también contribuye a que los jóvenes no se interesen en el mensaje cristiano, aunque reconoció que la situación en España es mejor, a su juicio, que en el resto de Europa.El agnosticismo, según Suquía, está más de moda que el ateísmo entre los jóvenes, aunque ambos "parten de una afirmación volitiva, de un acto de fe fundado en motivos mucho más débiles de los que tiene el que dice: creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra". A esto hay que añadir, de acuerdo con el análisis del presidente de la Conferencia Episcopal, "el indudable impacto desmoralizador y descristianizador de algunos medios de comunicación social que todos conocemos".
Los jóvenes sucumben a los mensajes de estos medios por que no tienen aún "la capacidad crítica suficiente para defenderse de los asaltos conscientes o subliminales lanzados con imágenes o sofismas, de efecto retardado pero perfectamente calculado".
A estos males descristianizadores, el cardenal Suquía agregó el hecho de que los católicos no hayan sido capaces de articular una alternativa que, a juicio del presidente de la conferencia, debería haberse planteado en el terreno de la novela, la poesía, el teatro, el cine y la televisión. "Nuestros jóvenes están educados en una literatura y una iconografía laicista, paganizante y con frecuencia sectaria", de acuerdo con lo expresado por Suquía.
Valores eternos
La propuesta de la Iglesia a ese reto secularizador es, según el cardenal arzobispo de Madrid-Alcalá, la civilización del amor que contribuye a ayudar a la juventud a "liberarse del egoísmo, de las idolatrías del dinero, del sexo y del poder, del tener sobre el ser, y ofrecerles alternativas mucho más personalizantes y felices".Los proyectos culturales que se presentan en España y en Europa ante la perspectiva del año 2000 son "reduccionistas", a juicio del presidente del episcopado, y no bastan para que los jóvenes den un sentido pleno a su vida. Lo que realmente permite entrar en esa plenitud "son los valores eternos, trascendentes, religiosos y morales, tal como Dios nos los enseñó".
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