Alimentación sin riesgos

Un equipo de médicos del hospital de Nuestra Señora del Mar de Barcelona, dirigidos por el doctor Antoni Sitges, ha patentado en todo el mundo un nuevo sistema de introducir en el organismo la alimentación parenteral y se dispone a fabricarlo en serie para realizar el estudio experimental en humanos. Se trata de un trabajo de investigación en absoluto espectacular, que puede tener, sin embargo, gran trascendencia, puesto que el nuevo sistema elimina uno de los principales focos de infección hospitalaria. Se trata de sustituir la actual conexión entre el gotero y el catéter que se introduce en la vena por un artilugio dotado de un sistema antiséptico.

Esta patente es el resultado de 10 años de investigación y su origen se remonta a 1977, cuando Antoni Sitges y Eduardo Jaurrieta crearon en el hospital Príncipes de España de Bellvitge (Barcelona) la unidad de nutrición parenteral."La posibilidad de infección es el problema más grave de la administración de nutrientes o medicamentos por vía parenteral. Hasta ese momento se pensaba que el principal foco contaminante era la piel del paciente, pero nosotros llegamos a la conclusión de que era la conexión entre el gotero y el catéter", explica el doctor Sitges.

El sistema que actualmente se utiliza, el denominado Luer-lock, consta de un recipiente que contiene la bolsa del suero, un gotero que dosifica la cantidad a administrar, y un catéter de unos 30 centímetros de largo que se introduce en la vena, quedando fuera sólo 10 centímetros.

Luer creo un nuevo sistema de conexión a rosca entre gotero y el catéter, que hasta entonces era a presión y se desconectaba muy frecuentemente. No resolvía, sin embargo, el problema de la penetración de agentes patógenos.

Gérmenes de rosca

"Si la piel está correctamente desinfectada no ofrece un peligro especial. En cambio, la conexión entre el gotero y el catéter es el punto crítico, porque se manipula muy frecuentemente, como mínimo cada vez que se cambia el gotero, de forma que los gérmenes penetran en la rosca y pasan al interior del catéter", explica el doctor Sitges.

A partir de esta comprobación, la unidad de Nutrición Parenteral elaboró un informe que fue enviado a las principales publicaciones científicas de Estados Unidos pero, según el doctor Sitges, "era tal el dominio del dogma cutáneo" (tesis de que la infección se producía por la piel), que fue rechazado por inverosimil en todas ellas. Posteriormente la unidad de Nutrición, con la colaboración de Josefina Liñares, del departamento de Bacteriología, efectuó un riguroso estudio en 150 pacientes y los resultados fueron concluyentes.

De los 20 pacientes que sufrieron una infección, 14 se produjeron por la conexión del gotero y el catéter, dos por la piel, otros dos por la bolsa de suero y dos más por otros focos ajenos a la alimentación parenteral. Este trabajo, sí que fue publicado en las principales revistas científicas del mundo relacionadas con la especialidad.

"Inmediamente nos propusimos diseñar una nuevo modelo de aparato que permitiera eliminar este foco de infección".

El doctor Sitges se incorporó al hospital municipal Nuestra Señora del Mar como jefe del servicio de cirugía y allí se incorporó a la investigación el doctor Marcel Segura. Sus estudios sobre el diseño del nuevo artilugio de conexión alimenticia han constituido su tesis doctoral.