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Los 20 años de Barraquer en Colombia

Alrededor de su clínica han surgido 40 residencias para alojar a sus pacientes

En diciembre, con una sencilla cena, el catalán Ignacio Barraquer celebrará los veinte años de su clínica oftalmológica de Bogotá. Allí, en una sala de cirugía que algunos han descrito como, "un escenario de la película de la Guerra de las galaxias", se realizó durante años, en forma exclusiva en el mundo, la cirugía reflectiva para corregir la miopía.

Ésta es la fama de la clínica Barraquer que alrededor de ella, en estos veinte años, han surgido cuatro hoteles y cuarenta residencias para alojar pacientes y familiares de éstos. Muchos llegan de países tan lejanos como Japón y Australia. A diario en la clínica se atienden 800 pacientes.

José Ignacio Barraquer llegó a Colombia hace 35 años "por cosas de la vida", como él mismo lo cuenta. Es hijo de olftalmólogo y padre de seis hijos que continúan la tradición familiar. En la sede "blanca", de Bogotá, como él la llama para diferenciarla del edificio negro sede de la clínica Barraquer de Barcelona, funciona la clínica propiamente dicha; el instituto de cirugía ocular en donde se atienden pacientes de bajos recursos; el instituto de investigaciones; la escuela superior de oftalmología; la sociedad americana de oftalmología y optometría y un banco de ojos.

Labor de relojería

Desde 1949, cuando trabaja al lado de su padre en Barcelona, José Ignacio Barraquer inició las investigaciones sobre miopía. Sus primeros experimentos los realizó con animales. A lo largo de varios años, intervino decenas de liebres, perros y gatos. Aun hoy, 25 años después de haber revolucionado el mundo de la oftalmología implementando la cirugía reflectiva, este sabio catalán sigue dedicando varias horas al día a la investigación.En el laboratorio que tiene al lado de su despacho, en la clínica, se dedica a perfeccionar día a día la técnica inventada por él; una técnica que para poder aplicar tuvo también que inventar y diseñar los instrumentos requeridos.

La operación ideada por Barraquer equivale a una minuciosa labor de relojería. Consiste en separar de la córnea una diminuta porción que luego se talla en un torno especial con ayuda de computador. Así se adecúa una especie de lente que, al volverse a colocar en la córnea corrige las miopías y las hipermetropías en un alto porcentaje de casos.

A pesar de que el mismo doctor Barraquer se ha dedicado desde 1977 a divulgar su descubrimiento dictando cursos y seminarios, lo que ha permitido que en varios países se aplique esta técnica, son muchos los pacientes que prefieren viajar a Colombia y confiar sus ojos a las manos meticulosas del sabio catalán.

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