Keith Jarrett elige Madrid, por primera vez, en su fugaz gira europea
El pianista Keith Jarrett inauguró anoche en el Auditorio Nacional de Música la IX edición del Festival de Jazz de Madrid, a pesar de que ésta empezará a desarrollarse a partir del próximo 3 de noviembre, durante dos semanas. Es el primer concierto de Keith Jarrett en Madrid, ciudad elegida por el pianista, junto a otras dos del continente europeo, y también la primera vez que el Auditorio Nacional abre sus puertas al jazz.
Madrid ha sido, junto a París y Bruselas, una de las tres ciudades elegidas por Keith Jarrett para su actual gira europea, a piano solo. El pianista ha fijado en seis el número de conciertos que dará en gira cada año; tres como solista único y tres con su trío Standards, con Gary Peacock y Jack Johnette. Keith Jarrett, que llegó al máximo de su popularidad con sus discos y conciertos a piano solo, había abandonado esa modalidad en 1983, y después de cuatro años, en conciertos con su trío, volvió como único protagonista en la primavera de 1987. Entre sus actividades de estos últimos tiempos ha estado la grabación de un disco con el primer libro de El clavecín bien temperado, de Bach. Al tiempo, con Standards, hacía su personal lectura de los clásicos de la canción popular americana, posteriormente tantas veces interpretados desde el lenguaje del jazz.Jarrett, que llegó a Madrid el domingo por la noche, dedicó la mañana de ayer a pasear por el parque del Retiro, cumpliendo con su costumbre de caminar dos millas diarias. A primera hora de la tarde hizo la prueba de sonido, pudiendo elegir entre los cuatro pianos dispuestos para el concierto de tarde de la Joven Orquesta Nacional. Jarrett dio pronto con el piano de sonido más brillante, en el que mejor podrá hacer destellar su trabajo con los armónicos.
Sin canturrear
En este pase privado, en el que Keith Jarret permitió el acceso de fotógrafos para la realización de su trabajo -algo absolutamente vetado en su concierto de la noche-, el pianista pasó de uno a otro piano (marca Steinway) con buen humor, llegando a concentrarse no sólo en la afinación y sonido, sino en su propio discurso, aun en presencia de las cámaras y sus disparos. También fue una de las veces en las que se le pudo escuchar al piano sin canturrear las notas, algo que siempre hace en sus actuaciones con espectadores.Un público especialmente respetuoso llenó el Auditorio, que ayer abrió por primera vez sus puertas al jazz, con Keith Jarrett, uno de los pianistas más populares de las décadas de los setenta y ochenta.El hecho de ofrecer su concierto en un auditorio dedicado y concebido para la música clásica parecía algo especialmente importante para el pianista, que hoy pretende ofrecer sus conciertos al margen de la definición jazzística de un festival.
El solitario piano de Jarrett tuvo magnífica reproducción natural en el recién inaugurado Auditorio Nacional.
Babelia
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