Reguladas las ayudas a los productores de frutas y hortalizas

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha regulado, mediante una orden de su titular, Carlos Romero, el régimen de ayudas a la constitución de organizaciones de productores de frutas y hortalizas, que financian la CE y la Administración española. Las ayudas tienen como objetivo apoyar a las organizaciones de productores, constituidas de acuerdo con la reglamentación de la CE para la regulación del mercado hortofrutícola, mediante subvenciones a sus gastos y funcionamiento durante sus primeros años de existencia.

En este sentido, la orden ministerial viene a definir los trámites administrativos que deben seguir las organizaciones de productores para tener acceso a este tipo de subvenciones, de forma que los apoyos pueden llegar a partir de ahora a las organizaciones creadas durante los últimos meses.En España, comenzaron a constituirse organizaciones de productores a partir de 1987, y en la actualidad existen ya unas 200, que comercializan unos dos millones de toneladas de frutas y hortalizas, de las que unas 700.000 toneladas corresponden a cítricos, otras 500.000 toneladas a frutas y el resto a hortalizas.

Estas organizaciones de productores se han creado, en su mayor parte, a partir de Agrupaciones de Productores Agrarios (APA) existentes anteriormente, de acuerdo con la legislación española vigente antes del ingreso en la CE, aunque unas 60 organizaciones se han constituido a partir de cooperativas o sociedades agrarias.

En todo caso, hay que resaltar, según fuentes del Ministerio de Agricultura, el salto cualitativo desarrollado durante los últimos años en esta estructuración del sector hortofrutícola que ha pasado de contar con unas 100 Agrupaciones de Productores Agrarios en el año 1984 a través de las cuales se comercializaban un millón de toneladas de frutas y hortalizas, hasta contar en la actualidad con unas 200 organizaciones que comercializan más de dos millones de toneladas anuales.

Estas organizaciones constituyen la figura fundamental para regular el mercado de frutas y hortalizas en la Comunidad Europea, tanto como elemento de concentración de la oferta como para efectuar retiradas coyunturales de parte de la producción, cuando se generan desajustes entre oferta y demanda.