La evasión

N. G., Con voz quebrada por la emoción, circunstancia sorprendente en un político tan seguro de sí, Cunhal aceptó explicar todos los pormenores de su evasión, citando nombres de personas aún vivas y que pueden confirmar su testimonio, y que formaron parte de la comisión encargada de preparar la fuga de los presos de Peniche, o eran miembros del grupo de evadidos. Referencias especiales merecieron el actor Rogerio Paulo, que dio a los reclusos el aviso de que todo estaba preparado para el dia D, y el funcionario de prisiones José Alvés, que se unió al grupo de evadidos después de franquearles las puertas de las celdas y de la galería, que trabajó como obrero en Checoslovaquia y murió, víctima del alcoholismo, en el exilio.

Después de abandonar el penal en una barca de pescadores, los evadidos, siempre según Cunhal, se dirigieron hacia la playa vecina, donde les esperaban unos coches. Cunhal se subió en el que conducía Rui Perdigao quien lo llevó hacia Lisboa. Allí el dirigente comunista quedó escondido en casa de Joaquín Pires Jorge, en el barrio residencial del Restelo durante "muchos meses", antes de salir para el exilio. Entretanto, en 1961, Cunhal había sido elegido secretarlo general del PCP, cargo vacante desde 1935, tras la muerte en Cabo Verde del fundador del PCP, Benito Gongalves.