Una exposición de inéditos de Miró inaugura la reforma de la Casa de España en París

El sueño interrumpido de Miró inauguró ayer la renovación y ampliación de la Casa de España en París, cuyas obras han durado dos años, con un coste de 300 millones de pesetas. La exposición fue inaugurada por el ministro de Cultura español, Jorge Semprún. Las piezas que componen la exposición, excepto las esculturas, no se han expuesto nunca al público, que podrá presenciarlas en París entre el 25 de octubre y el 11 de diciembre. Los óleos, los dibujos y la obra gráfica pertenecen a la familia del pintor mallorquín e integran los fondos de la Fundación Pilar y Joan Miró.

El sueño ininterrumpido de Miró está compuesta por los últimos Miró, la mayoría inacabados, sin título, data o firma, que sorprenden porque se apartan de lo más conocido del pintor catalán. La comisaria de la exposición, María José Salazar, conservadora jefa del Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC), quiso titular la muestra El último Miró, pero renunció porque la exposición El último Picasso le "mató" la idea. A partir de una frase del pintor catalán -"Nunca sueño cuando duermo, sino cuando estoy despierto"-, la exposición se presenta definitivamente con el poético lema de. El sueño interrumpido de Miró.Entre los 16 óleos, 12 dibujos, 4 aguafuertes y 12 bronces que componen la muestra destaca la pieza número 1 del catálogo. Sin título y sin firma, inacabado, es el óleo que Miró tenía colocado en su estudio de Son Boter encima de un caballete y que contemplaba de cuando en cuando. Hay también tres piezas en madera, una de ellas ribeteada de clavos torcidos y oxidados, totalmente inhabituales en la trayectoria del pintor. Otros cuatro cuadros, los últimos de gran tamaño pintados por Miró, se alejan también de su obra típica y sin duda por ello fueron denominados por el artista "puntos de partida", en busca de nuevos caminos creativos.

Un chatarrero

únicamente dos obras, aparte de las esculturas, están acabadas y tituladas: Poeme y Femme. Los bronces, cedidos por el Centro de Arte Reina Sofía, forman parte del, legado Miró al Estado español. Son 12 piezas hechas con objetos encontrados en la playa o en el campo. Como recordaba ayer la comisaria de la exposición la viuda del artista, dice cariñosamente que en su última época Miro, más que un pintor, se había convertido en un chatarrero.Las esculturas están expuestas en el Espacio Miró de la Casa de España, un hermoso patio cubierto con una cristalera montada sobre una estructura tridimensional. El patio está situado entre los dos edificios de la casa, un palacete construido en 1862 y comprado en 1975 por el Instituto Español de Emigración al Ministerio de Educación francés. Inaugurada por los Reyes de España en enero de 1978, durante ocho' años fue, sobre todo, un lugar para acoger a la emigración española en París.

Tras dos años dedicados a la reforma y la ampliación, encargadas a dos jóvenes arquitectos franceses, Michel Penz y Michel de Robert, se abre ahora con una nueva orientación que pretende, según el director, José Luis Pérez Herrería, "servir de vitrina de lo español en París, considerar' al español medio que vive en la capital de Francia como un residente y acabar con el cliché típico del emigrante". También se persigue atraer al público francés, que en la anterior etapa representaba únicamente entre un 5% y un 10% de los visitantes.

Acción coordinada

La Casa de España, que aparte del departamento de Cultura depende de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Trabajo y Seguridad Social, se integra, en palabras del embajador español en París, Juan Durán-Lóriga, en una "acción cultural coordinada" con el Colegio de España, dedicado a los aspectos técnicos, científicos y universitarios, y con la Biblioteca Española, "foco del hispanismo". Dentro de esta visión especializada, la Casa de España se concentrará en las actividades artísticas, especialmente las plásticas, pero también el cine, la música, el teatro y la danza. Dispondrá de un punto de venta de las publicaciones especializadas españolas y de una biblioteca de artes plásticas.La reforma ha integrado el respeto a la arquitectura clásica y el diseño vanguardista, en el que destaca el mobiliario, construido especialmente para la casa por el arquitecto español Javier Esteban. Dispone de un auditorio, excavado en el sótano, con capacidad para 176 plazas; el Espacio Miré, destinado a exposiciones y acontecimientos culturales; la Sala Vicente Aleixandre, para conferencias, debates y proyección de audiovisuales, con 70 plazas; la Sala Goya, reservada a exposiciones de artes plásticas; la biblioteca-hemeroteca; una sala de lectura; tres talleres; una sala "dedicada a actividades de expresión plástica para niños y adultos", y una cafetería.