La epidemia de paludismo en Madagascar
En medio año han perecido más de 100.000 malgaches, de una población de 11 millones
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recibió las primeras noticias sobre la existencia de un grave problema de paludisrno en Madagascar (República Malgache) a principios de este año. Esta gran isla, con una superficie de 580.000 kilómetros cuadrados, prácticamente igual a la de España y Portugal, y una población de 11 millones de habitantes, ha sufrido siempre de paludismo (o malaria) en sus zonas costeras. Los estragos causados por esta enfermedad acabaron con los primeros intentos de colonización de portugueses, holandeses, británicos y franceses.
Ranavalona I, la temida reina de Madagascar, perseguidora de misioneros y extranjeros de todas clases, cuando se le hablaba del peligro de un ataque de las potencias europeas, para hacer frente a sus persecuciones respondía: "Que vengan si se atreven. Cuento con un general que dará buena cuenta de ellos: el general Fiebre", es decir, el paludismo. Y fue este general, más las divergencias políticas entre Francia e Inglaterra, los que impidieron hasta 1895 el desembarco y finalmente la ocupación francesa de la isla.La colonización francesacoincide con la extensión del paludismo de las zonas bajas, de la costa al altiplano, densamente poblado, del interior de la isla; ello debido probable mente a la apertura de comunicaciones -ferrocarriles y carreteras- entre las zonas costeras y el altiplano, de 1.000 a 1.400 metros sobre el nivel del mar. Una gran campaña contra el paludismo, llevada a cabo por la Administración francesa de 1949 a 1960, utilizando DDT y otros insecticidas de acción residual, además de la distribución de cloroquina como medicina profiláctica, tuvo como resultado la erradicación casi completa del paludismo en el altiplano de Madagascar, debido ello en buena parte a la desaparición por la acción del DDT de uno de los vectores (o transmisores) más importantes de la enfermedad: el Anopheles funestas, probablemente introducido en fecha no lejana desde la costa al abrirse las nuevas vías de comunicación.
Zona costera
La disminución, primero, y más tarde el abandono casi completo de la lucha antipalúdica después de la independencia (1960) resultó en la reintroducción del Anopheles funestus y la reimplantación de la enfermedad en las zonas del altiplano de donde había sido eliminado, y donde la población había perdido la inmunidad adquirida cuando el paludismo existía en el altiplano. Esta zona de la isla permite sólo la transmisión de la enfermedad (por los mosquitos vectores de ella) durante una parte del año dbeido al clima de altura y al efecto, ya perceptible en la latitud de Madagascar, de las estaciones. El resultado de ello es que el paludismo se presenta allí periódicamente y puede presentarse epidémicamente, lo que no curre en las zonas costeras más cálidas donde el paludismo siempre está presente.La situación económica de Madagascar ha contribuido a la agravación de la situación epidemiológica. Según informes del Banco Mundial, Madagascar ha sufrido una disminución casi constante de su producto interior bruto per cápita durante los últimos 16 años, reducido actualmente a 250 dólares de EE UU.
Como resultado de este empeoramiento de la situación económica, la sanidad ha visto mermados sus presupuestos, y el Gobierno malgache ha pedido ayuda económica y técnica para hacer frente al Droblerna del paludismo a la OMS, Unicef, PNUD y Banco Mundial.
Gracias a las gestiones directas del director del Programa de Acción contra el Paludismo de la OMS, el doctor José Nájera (español), se ha conseguido también ayuda de los Gobiernos de Italia y Francia.
La información más reciente de la situación de Madagascar es la obtenida en agosto-septiembre por el doctor Julián de Zulueta, consultor de la OMS. La información por él obtenida no deja duda de la existencia de una gravísima epidemia de paludismo en el altiplano de Madagascar. Son probablemente unos 100.000 muertos los producidos por la última oleada epidémica de paludismo, de diciembre de 1987 a mayo de 1988.
Recursos
Confirman esta tremenda cifra (la población afecttada en las zonas rurales del altiplano es de 2,5 a tres millones de habitantes) los datos parciales de los servicios de sanidad del Gobierno, y sobre todo las investigaciones practicadas por el Instituto Pasteur de Madagascar.Para hacer frente a esta epidemia, la OMS ha recomendado el tratamiento gratuito de todos los casos de paludismo en las zonas afectadas y la utilización del DDT (rociamiento del insecticida en el interior de las viviendas) en los lugares más afectados por la enfermedad. El Banco Mundial había recomertdado en principio la venta de medicarnentos para el tratamiento de los enfermos. La magnitud de la empidemia, la falta de recursos económicos en una población en la que el paludismo ha contribuido a su empobrecimiento, ha hecho que el banco Mundial acepte la recomendación de la OMS de administración gratuita de medicamentos a todos los que lo necesiten en las zonas afectadas por la epidemia.
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