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Raúl Alarcón

El juglar del 'no' en la campaña chilena

Su aparición en cualquier escenario ha asegurado durante la campaña del referéndum un lleno completo. Vestido de frac, con una banda presidencial terciada en el pecho, desaliñado, el cantante y compositor chileno Raúl Alarcón, más conocido por su apodo de Florcita Motuda, fue hasta el palacio presidencial de la Moneda a entregar una copia de su casete más popular, donde incluye el tema El vals imperial del no. Los carabineros de guardia se desconcertaron tanto ante este hombrecillo (mide 1,58 metros) que no hubo represión. "Hasta hubo un carabinero que se cuadró haciendo sonar los talones".

Un tanto místico, Raúl Alarcón, desde que se involucró en la campaña contra Pinochet, se transformó en el juglar del no. Todo opositor que se precia de tal es capaz de tararear la melodía de El vals imperial del no con la música de El Danubio azul, de Strauss, y seguir con la primera estrofa: "Se empieza a escuchar el no, el no,/ en todo el país, no, no. También los de acá, no, no; canta la mujer, no, no, / y la juventud, / no, no. El no significa libertad. / Todos juntos por el no".La canción dice 77 veces no, más que otro tema prohibido a principios de este año en el festival de Viña del Mar. Multitudes opositoras lo han cantado y bailado en concentraciones en todo Chile a lo largo de la campaña.

Florcita Motuda quiso siempre componer este tema, el mas popular en su carrera de músico. que se inició a los 18 años cuando entró en el conservatorio -"Y no me lograron conservar... Salí invicto", dice-, y que ahora, a los 43 años, está en su apogeo. Cuando era pequeño bailaba El Danubio azul mientras era felicitado por sus tías. "Siempre he sido centro de mesa", explica. La música quedó en su memoria y reapareció cuando vio el filme 2001: una odisea del espacio.

"Estaba invitado a una concentración en Conchali [una comuna obrera del norte de Santiago] y quería ver qué cosa nueva podía cantar para que todos me acompañaran. Ahí pensé la letra se empieza a escuchar, con el acompañamiento de Strauss, y paf, surgió", cuenta. La transmutación de un vals de Viena en 1867 hasta el Santiago de Pinochet en 1988 le dio una personalidad musical al no a la dictadura.

Usa también el humor para reírse de Pinochet. En otra canción recuerda la oferta del candidato Pinochet para vender bicicletas a bajo precio para trabajadores, que no prosperó: .¿Qué pasé con las bicicletas, te volaste, loco?". En una especie de monólogo con el general le desea "perestroika para ti", y le recuerda que "nadie lo puede ver, nadie lo quiere recibir".

Ganador -y perdedor- en numerosas competiciones musicales, Florcita Motuda ha representado en dos ocasiones a Chile en el festival de la Organización de Televisiones Iberoamericanas (OTI). Cree que su música ha ayudado a que la gente pierda el miedo al régimen, y por eso prefiere los temas que hacen participar al público: "Me daría lata que sólo escucharan", explica.

"Voy a votar no porque el candidato no tiene talla moral y hay fuertes sospechas sobre su participación en actos atentatorios contra la existencia humana", afirma, serio. Aunque en su carrera le ha cantado a muchos, nunca lo haría frente a Pinochet.

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