El incremento de ingresos se basa en la mejoría económica
El Estado espera que sus ingresos no financieros alcancen 8,7 billones de pesetas en 1989, con un incremento del 19,7% sobre los presupuestos iniciales de 1988, aunque la realidad recaudatoria de este ejercicio reducirá el incremento procentual al 12,4%. El argumento dominante en la presentación de la ley es que esta expansión de ingresos no se hace a expensas de aumentar la presión fiscal. El Gobierno hace hincapié en que existe una estabilidad normativa tributaria entre el presupuesto de 1989 y el del año en curso.Las modificaciones presentes en la ley de 1989 están destinadas esencialmente a ajustar los diferentes tipos, cuotas y tarifas impositivas de acuerdo con la inflación prevista y a la corrección de aspectos marginales de esta normativa.
Si la presión individual se mantiene constante, la pregunta lógica es de dónde salen los incrementos. Para el Ministerio de Economía, se trata de un incremento de la presión global y no de la individual o del incremento de los impuestos.
Entre los capítulos de mayor crecimiento dentro de la fiscalidad directa se destaca el impuesto extraordinario sobre el patrimonio, con un crecimiento del 30,6%. Este capítulo es ilustrativo de la reflexión gubernamental. El crecimiento se debe fundamentalmente a la actualización de valores de los bienes inmuebles y al aumento del número de declarantes y de las bases declaradas, "puesto que no se ha modificado la normativa del impuesto". El incremento de ingresos de este sector, precisamente, tiene su eje en el comportamiento de la economía y en el sostenimiento del auge inmobiliario que alimenta a la industria de la construcción.
Impuesto de sociedades
Otro ejemplo en esta línea es el crecimiento atribuido al impuesto sobre sociedades, de un 23,7%. El dinamismo económico incidió favorablemente en el incremento del excedente bruto de explotación de las empresas, argumenta Economía, no sin razón. En materia de impuesto sobre sucesiones, el incremento de recaudación esperado es del 42%, a consecuencia básicamente de una mejora de la gestión y de la mejor aplicación del nuevo impuesto sobre sucesiones y donaciones.
Del total de impuestos directos, el de la renta es el que sufre un aumento menor en materia de recaudaciones debido al incremento de las deducciones de carácter fijo, el mantenimiento de la tarifa de 1988 con la introducción de un mínimo exento de 600.000 pesetas y la reducción de los tipos marginales, "lo que disminuye la carga fiscal para los contribuyentes con rentas inferiores a 17 millones de pesetas".
La recaudación por impuestos indirectos será de 3,7 billones. La segunda fuente de ingresos estatales tiene como elementos más destacado el IVA, cuya recaudación crecerá un 15,8% sobre el año anterior por el incremento de precios y consumo.
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