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La arquitectura de Dudok, expuesta en Madrid

Proyectos sobre la ciudad de Hilversum, 'el jardín de Amsterdam'

El nombre del arquitecto Williem Dudok (1884-1974) está estrechamente unido al de la ciudad holandesa de Hilversum, donde construyó sus sueños con ladrillo, madera, metal y vidrio. La sala de exposiciones del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) inauguró ayer en Madrid una muestra donde se reflejan los resultados de los 35 años en que Dudok ejerció como arquitecto municipal de esta pequeña ciudad a pocos kilómetros de Amsterdam. Viviendas, escuelas, locales de trabajos y diversos edificios públicos fueron construidos, en parte, sobre terrenos ganados al mar y formaron parte de un plan a largo plazo por el que Hilversum no debía pasar de los 100.000 habitantes, que se ha cumplido.

Dudok lo tenía todo pensado. Cuando se le encargó en 1915 el puesto de arquitecto municipal de Hilversum -una pequeña ciudad que en esos años iniciaba su expansión a raíz del ferrocarril que la unía directamente a la capital holandesa- Williem Dudok utilizó su privilegiado puesto para ordenar el desarrollo de la localidad. Siguió en él hasta 1950 y construyó gran cantidad de edificios y áreas públicas de recreo. Hoy se conoce a Hilversum como el jardín de Amsterdam. Su discípulo y colaborador Robert Magnée relata que Dudok pretendió defender Hilversum contra los ataques de los piratas de la construcción, rodeándola de extensas zonas verdes.La exposición incluye planos, fotografías y algunos objetos de mobiliario también diseñados por Dudok. Gerardo Porto, comisario de la exposición, dice en el catálogo de la muestra, que su sintió muy impresionado desde la primera vez que visitó la ciudad holandesa de Hilversum, por la unidad arquitectónica que proyectaba. "Lo que llamamos unidad de factura, había sido concebida por un hombre". Williem Dudok no solamente proyectó y construyó un buen número de edificios en la ciudad sino que trazó el camino para el futuro desarrollo urbanístico de la ciudad.

Hombre pragmático y reservado se mantuvo lejos de polémicas teóricas sobre arquitectura y se dedicó casi hasta sus últimos años a su única pasión: edificar.

Construcciones sobrias

No pertenecía al género de los arquitectos de vanguardia, su afán no era la renovación de las formas espaciales sino las condiciones óptimas de habitabilidad de los edificios. Las suyas son construcciones elegantes, sobrias, confortables. Sobre todo logró dar al pequeño pueblo de Hilversum un carácter estético y una funcionalidad singulares, marcadas con su firma.Su posición es intermedia o de síntesis entre el expresionismo de la Escuela de Amsterdam y el neoplasticismo de vanguardia de De Stijl. Al igual que los arquitectos más claramente identificados con estos dos movimientos, sus puntos de referencia fueron tanto Berlage como Wright y unió al uso de materiales tradicionales y rasgos compositivos de la Escuela de Amsterdam, un cromatismo, una tendencia hacia la simplificación racionalista y una preocupación por plantas y volúmenes en los edificios, propias de las teorías de De Stijl.

Su arquitectura tenía una dimensión íntimamente humana, sin añadidos ornamentales, ni detalles superfluos. Según él "en el arte lo esencial es lo poco, aunque llegar a ese poco, a ese silencio, nos cueste una vida".

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