Romero mantiene serias diferencias con los 'doce' sobre el abandono de tierras

Los ministros de Agricultura de la CE abordaron ayer en Bruselas el espinoso tema de la financiación comunitaria para el abandono de tierras cultivables. La Comisión Europea expuso los programas presentados por los diversos países, que no son sino un reflejo de los intereses encontrados en este tema.El Ministerio de Agricultura español, que ya tiene un decreto elaborado sobre el abandono de tierras, mantiene profundas diferencias de criterio con la Comisión. El ministro Carlos Romero es firme partidario de eximir de esta medida a la parte más deprimida de la geografía nacional, lo que representa en concreto dejar al margen a Andalucía, salvo la región costera, a la mayor parte de Extremadura, las dos Castillas y amplias zonas de Aragón.

El hecho de que la Comunidad Europea haya aceptado la comarca como base geográfica de exclusión ha favorecido las pretensiones españolas, al reducir la ponderación al alza que ejercen las grandes ciudades sobre el conjunto provincial.

Los índices de regresión demográfica, paro agrario y desempleo total y renta per cápita no han hecho sino reforzar los intereses españoles de defender cultivos en zonas abocadas a la desertización,y al despoblamiento si entrase en vigor de una manera general el plan comunitario de financiar con ayudas que van de 27.000 a 82.000 pesetas anuales cada hectárea de tierra cultivable abandonada.

El problema se centra en Galicia, porque juegan en contra de su exclusión parcial su alta demografía y su nulo paro agrario.