"Me gustan los riesgos emocionales", afirma Jonathan Richman
El cantante norteamericano actúa hoy en solitario en Madrid
Jonathan Richman ha regresado a España para ofrecer dos conciertos y presentar su nueva faceta de intérprete solitario. El cantante bostoniano ha viajado especialmente desde Estados Unidos para estas dos actuaciones: el pasado domingo se presentó en un multitudinario recital en la plaza Real de Barcelona, dentro de las fiestas de la Mercé, y esta noche lo hará en Madrid. "Sólo me gustan los espectáculos peligrosos emocionalmente", afirma el cantante.
Desde hace pocos meses, Jonathan Richman viaja en solitario, acompañándose exclusivamente de su guitarra eléctrica. La austeridad de sus canciones se hace aún más patente con un simple acompañamiento, sin apenas amplificación y carente del concepto de espectáculo que suele acompañar a las grandes estrellas del rock. "A partir de ahora he decidido seguir siempre solo", manifestó a este diario el cantante. "Mis músicos tenían ganas de hacer otras cosas, así que se marcharon, y, una vez solo, decidí que era mejor continuar de esta forma que intentar montar una nueva banda. Tocar solo es mucho más fácil y, aunque parezca un contrasentido, mucho más dramático. Mi música no es sólo alegría, tiene también un toque melancólico y dramático, y el tocar en solitario la favorece. En cada momento canto la canción que más me apetece, aunque, eso sí, intentando siempre no aburrir".Sus compañeros inseparables de tantos años, los Modern Lovers, han abandonado a Richman que practica una música conocida como "estilo guardería" por su aparente inocencia.
En solitario
El mismo día y a la misma hora en que Jonathan Richman actuaba en Barcelona, el cantante Peter Hammill se presentaba en otro escenario de la Ciudad Condal cantando también en solitario, modo al que, en los últimos años, se han apuntado muchos nombres, como Elvis Costello, Nick Lowe, Everything but the Girl o John Cale. Todos ellos, son músicos de reconocido prestigio que han abandonado momentáneamente acompañantes y marginado el concepto de espectáculo para realizar algunas actuaciones en solitario. "Ignoro las causas de los demás, nunca lo hemos hablado", prosigue Richman. "En mi caso no se trata de una respuesta contra las grandes superproducciones de otros artistas, simplemente creo que es mejor así; como ya he dicho, es más dramático. No sé explicarlo, pero es así. Además, los grandes superespectáculos no me interesan. En esos shows gigantescos el artista no toma excesivos riesgos, y a mí sólo me gustan los espectáculos peligrosos".Al hablar sobre la diferencia notable de riesgo económico que entraña uno y otro tipo de montaje, el cantante de Boston intenta eludir la respuesta: "Las finanzas nunca son un verdadero riesgo, ni me importan. Yo hablo de riesgos emocionales".
Jonathan Richman cambia de tema argumentando que le desagradan profundamente las entrevistas en las que se habla de finanzas. En realidad confiesa que le desagrada todo tipo de entrevistas, cosa evidente por el hermetismo casi impenetrable que, a pesar de su gran amabilidad y simpatía, muestra en todo momento, reflejo de su actitud risueña en el escenario, donde cautiva por su ternura. "Yo sé lo que a mí me gusta, pero ignoro lo que les gusta a los demás", prosigue. "Por ejemplo, mi gran influencia está en las canciones norteamericanas de los años cincuenta y sesenta, y tengo que suponer que a los demás también les gustan porque aceptan lo que yo hago".
"Nunca he tenido un concepto general que guiase mi obra", continúa el cantante, que en su anterior visita a nuestro país se había definido a sí mismo como un intérprete futurista. "Cuando hablo de la playa no estoy, en realidad, hablando de playas; ni cuando hablo de una Fender Stratocaster o de chicle estoy hablando de guitarras o de gomas de mascar. Además, te cargas las canciones cuando tratas de explicarlas".
A su regreso a Estados Unidos, Jonathan Richman tiene previsto grabar un nuevo disco en solitario, todavía de mayor sobriedad que los sencillos discos anteriores en los que se acompañaba de unos heterodoxos Modern Lovers. "Será una grabación de estudio. He comprobado que aunque un disco esté grabado en vivo nunca se consigue captar la atmósfera del directo, así que prefiero hacerlo en estudio".
Richman afirmar que no encuentra "ninguna diferencia entre tocar en pequeños locales o en espacios más amplios. La diferencia puede estar en el hecho de tocar para quinceañeros o para públicos más adultos; me gustan ambos, aunque cantar para quinceañeros es más fácil, todo es más simple".
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