El Reino Unido recuerda a Eliot con la publicación de su correspondencia
El centenario del nacimiento de Thomas Stearns Eliot, una de las más destacadas figuras en la historia de la literatura inglesa, se está celebrando en el Reino Unido con multiplicidad de actos, que van de lo estrictamente académico a la creación de un fondo en la Biblioteca de Londres para ayudar a estudiantes e investigadores en precaria situación económica. El más trascendente de todos ellos, sin embargo, ha sido la publicación del primer tomo de la correspondencia del poeta, que llega hasta 1922, el año en que da a la imprenta Tierra baldía, uno de los hitos de la poesía contemporánea. Su apenas entrevisto antisemitismo y su desdén por la democracia han hecho planear una sombra sobre las conmemoraciones.
El primer volumen de Las cartas de T. S. Eliot fue publicado ayer en el Reino Unido -justo el día en que se cumplían los cien años del nacimiento de Eliot en Saint Louis (Misuri)- por Faber & Faber, la editorial en la que "él trabajó y en la que durante ocho años tuvo por secretaria a la que hoy es su viuda y editora de estas cartas, Valerie Eliot. Este volumen, el primero de una serie que no tendrá menos de cuatro, es una obra ejemplarmente editada y atestada de notas aclaratorias que ayudan al lector a navegar por los meandros de un intenso intercambio epistolar en el que las más prosaicas preocupaciones aparecen junto a juicios literarios -"todo el mundo sabe que cualquier cosa que escriba es buena", escribe el poeta a su madre cuando cuenta 30 años- o desazones personales.La aproximación a un genio suele conllevar el desvanecimiento del aura mítica que le envuelve, y no ocurre otra cosa con estas misivas, primer acercamiento a Eliot desde su interior, ya que las biografías y estudios precedentes no habían podido consultar ese fondo documental. El lector tiene que mantenerse alerta para recordar en todo momento que esa angustiada víctima de los problemas que aquejan a cualquier mortal -matrimoniales, económicos, de reconocimiento de un trabajo-. es el autor de una obra que cambió el curso de la escritura poética.
Las cartas... están ordenadas cronológicamente y son tanto las escritas por el poeta como las recibidas de sus corresponsales. En ellas no se ahorran detalles sobre las dificultades padecidas junto a su primera esposa -Vivien, con la que se casó en 1915 y que luego se volvería loca- y las estrecheces económica que pasaron, pero también queda reflejada su extraordinaria amistad con Ezra Pound y con otras figuras del Grupo Bloornsbury, cuando Eliot luchaba por ser tal y dejar de ser el "¡pobre Tom!" al que se refiriera Virginia Woolf.
Desprecio de la democracia
La crítica ha echado de menos en esta selección una carta de 1921 que citara Peter Ackroyd en su valiosa biografila del poeta. Ackroyd -sin poder consultar el original, que le estaba vedado por un Eliot al que su propia mujer tuvo grandes dificultades en convencer para que aceptara la publicación de sus misivas- glosa un texto en el que el poeta desprecia la democracia.
Un juicio aparentemente antisemita emitido por Eliot en 1930 ha emborronado algunas de las celebraciones. Eliot dijo en aquel entonces que para que Estados Unidos conservase su identidad no debía aceptar un exceso de pensamiento judío. Algunos lo han recordado ahora, si bien otros han salido al paso de este juicio aduciendo que nunca oyeron al poeta hacer declaraciones antisemitas y que tienen la impresión de que Eliot se retractó de su comentario inicial, atribuido a la atmósfera existente en la época.
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