_
_
_
_
_

Solchaga amenaza con endurecer la política económica si el año próximo se negocian salarios elevados

El ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, amenazó ayer con tomar duras medidas de ajuste si en 1989 los salarios se muestran incompatibles con el fin de reducir la inflación. No concretó cuál será el objetivo de precios para 1989, aunque apuntó que se aproximará al 3% y reconoció que tales medidas podrían perjudicar a la creación de empleo. Al anticipar las grandes cifras de los Presupuestos Generales del Estado para 1989, reveló que los gastos crecerán en 1988 un 3,5%, más de lo presupuestado y los ingresos un 6%

Más información
Un 'paquete' contrario a las peticiones ante la CE
Ingresos y gastos en exceso

El Gobierno está dispuesto a tomar medidas más duras que las aprobadas esta semana, aunque perjudiquen a la creación de empleo, si el año próximo los salarios alcanzan niveles incompatibles con situar la inflación en la senda del 3%, según dijo ayer el ministro de Economía y Hacienda. Carlos Solchaga apuntó que este objetivo es alcanzable, pero reiteró que el Ejecutivo no se pronunciará sobre la cifra exacta de inflación prevista [3%, 3,5% ó 4%] hasta el próximo día 30 cuando se anuncie el nuevo cuadro macroeconómico para 1988 y 1989.Tras avanzar algunas líneas de los presupuestos del Estado para 1989 y explicar las medidas contra el rebrote manifestado por los precios en julio y agosto, Solchaga se anticipó a las preguntas de los periodistas; con el anuncio de que el Gobierno "no ha decidido todavía" el objetivo de precios para 1989. Luego, interrogado sobre posibles diferencias en el Ejecutivo en torno a la revisión o no del 3%, contestó con una sonrisa irónica que "todos los ministros coinciden en el objetivo de luchar contra la inflación".

El titular de Economía aseguró que antes de final de año la tasa anual de inflación se situará por debajo del 5,6 de agosto, porque espera una bajada de la alimentación. Sin embargo, Solchaga añadió que el Gobierno "no se había hecho ilusiones" de terminar 1988 con el 3%, a la vista de que no se reducía la inflación subyacente -sin contar la energía ni los alimentos perecederos- y de que la negociación salarial daba lugar a incrementos salariales de hasta el 8%.

Solchaga dijo que para 1989 podía proponerse como objetivo de inflación el 3%, pero advirtió que si los convenios se firman con incrementos salariales del 6%, no le parecía "un objetivo alcanzable". Precisó que, si esto ocurre, el Gobierno se verá obligado, como acaba de hacer esta semana, pero incluso con mayor alcance, a tomar medidas monetarias y fiscales para impedir que el nivel del crédito y del gasto recalienten la economía y conduzcan a desequilibrios. Admitió que estas medidas afectarían a la creación de empleo, por lo que "desearíamos no llegar a ellas".

El ministro apuntó como principal amenaza para la inflación a los salarios. "El Gobierno", dijo, "no puede convertirse en árbitro entre empresarios y trabajadores en la fijación de salarios, pero si se pone en peligro el objetivo de inflación, estamos dispuestos a tomar medidas".

Diálogo social

A la vez, recogió la invitación de la patronal CEOE para que el Gobierno promueva una reunión con patronal y sindicatos con el fin de llegar a un acuerdo social Sin embargo, advirtió que "el diálogo social es una actitud permanente, mientras la concertación es una transacción. Lo que no se puede hacer es sentarse a una mesa y decir que negociar salarios es una cosa anticuada". No se mostró, partidario de reabrir la mesa de negociación con los funcionarios, porque "ya han pactado incrementos salariales por encima de la inflación".

Solchaga insistió en que el Estado no tiene ni tendrá el año próximo un papel expansivo ante el crecimiento económico y la inflación, porque reducir el déficit significa que aumenta su recaudación fiscal en más de lo que devuelve luego a la economía con incremento de gastos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_