Un policía por cada delegado
Los viejos del lugar no recuerdan un despliegue policial corno el que ha experimentado desde hace una semana Berlín Oeste ante la visita de más de 10.000 funcionarios internacionales, banqueros y delegados de 156 Gobiernos. Ni siquiera la visita del. presidente Kennedy en 1961 registró una preparación tan cuidadosa de la seguridad.La Prensa de Berlín afirma que unos 3.000 policías del Gobierno federal alemán se han sumado a los 7.000 habituales de Berlín Oeste, en una operación de seguridad jamás sufrida por los asistentes a este tipo de reuniones.
Los trastornos provocados por la operación policial han llegado a tal extremo que el ministro británico del Exchequer (Tesoro), Nigel Lawson, ha pedido al FMI que rompa su tradición habitual de celebrar una de cada tres asambleas anuales fuera de Washington.
La comprensible solicitud de Lawson ha abierto, curiosamente, un debate inesperado en esta asamblea. El ministro alemán de finanzas, Gerhard Stoltenberg, se ha declarado obviamente satisfecho con las medidas de seguridad, y lo mismo han hecho otros altos funcionarios, entre ellos el francés Michel Camdessus, director gerente del FMI.
Pero las quejas del británico tienen algo de razón. Los miembros del staff de los dos Organismos mundiales están apiñados en hoteles no muy cómodos.
Las contraasambleas
Todos estos problemas son consecuencía, en parte, de las medidas de seguridad, pero la policía ha justificado su despliegue no sólo como consecuencia del atentado que a principios de esta semana sufrió el subsecretario alemán de Finanzas, sino por ]a convocatoria, a cargo de grupos radicales o de izquiercas, de por lo menos dos contraasambleas: la de los verdes, que acusan al Banco Mundial de expoliar el medio ambiente en el Tercer Mundo, y la del Tribunal Permanente del Pueblo, organización que ya se hizo famosa con el juicio a los norteamericanos por la guerra del Vietnam.
La contraasamblea del Tribunal Permanente del Pueblo está previsto que se celebre paralelamente en la universidad libre de Berlín y contará con la asistencia del premio Nobel, Adolfo Pérez Esquivel y un sinfin de diputados radicales y de izquierda de varios Parlamentos europeos y del Tercer Mundo, así como profesores y catedráticos de universidades. Uno de ellos será Victoria Abellán, profesora de la universidad de Barcelona, que disertará en favor de la acusación pública sobre los aspectos jurídicos de los problemas de la deuda externa.
Algunos participantes de esta conferencia se han apresurado a avanzar los resultados de la misma: una condonación pura, simple y global de todas las deudas de los paises en desarrollo.
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