Liv Ullmann: "No hay que olvidar a las Madres de Mayo"
Liv Ullmann, la actriz noruega protagonista de gran parte de la filmografía de Ingmar Bergman, es el personaje central de La amiga, de Jeanine Meerapfel, una coproducción germano-argentina exhibida en la sección oficial del 36º Festival de Cine de San Sebastián el pasado jueves. El filme trata del drama vivido por las Madres de la Plaza de Mayo, un drama que Ullmann cree que es necesario contar y que nunca estará suficientemente denunciado.
Liv Ullmann llegó al festival rodeada del aire que rodea a los mitos del cine. La actriz llegó a las entrevistas vestida con un traje negro largo, bordado con pedrería sobre terciopelo y tul, el pelo rubio largo y suelto y unos ojos azul turquesa, cargados de rimel sólo en las pestañas inferiores, para destacar aún más su mirada entre sorprendida y dolorida.A la actriz no le ha supuesto ninguna dificultad especial el convertirse en una madre de la Plaza de Mayo, pese a su origen noruego: "Cualquier madre podría entender este personaje. Aprendí mucho de él, hasta el punto de que hay un momento en el que mi personaje dice que nació por su hijo. Esto me parece tan bonito y auténtico que escribí una carta a mi hija contándoselo como si fuera mío".
Liv Ulmann, que compagina su trabajo como actriz con el de embajadora permanente de la Unicef, afirma que se siente muy afortunada porque en los últimos años ha interpretado varios personajes que luchan por los derechos humanos. "Me involucro totalmente con estos personajes. En Argentina también actué en Celda sin número, prisionero sin nombre, donde interpreto a la esposa del periodista Jacobo Timerman. En el caso de la madre de la Plaza de Mayo, fui a Buenos Aires meses antes de comenzar la película y hablé con muchas de estas mujeres. Me contaron sus luchas por encontrar a sus hijos. Todo ello me sirvió profesionalmente, pero sobre todo humanamente".
A Liv Ullmann no le importa dejar de interpretar los papeles de seductora que han caracterizado su carrera. "Los años son importantes", afirma con ojos resplandecientes, "y no me quejo en absoluto de las madres que ahora me toca interpretar. Espero que las abuelas que me asignen en el futuro sean tan interesantes y humanas como las madres de ahora".
Sobre sus trabajos con Ingmar Bergman, Ullmann conserva el mejor de los recuerdos y afirma que muchos de sus mejores trabajos están entre ellos. De Bergman opina que es un gran profesional, muy estricto en su trabajo, que nunca improvisa y es capaz de sacar lo mejor de cada uno de los actores.
Babelia
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