La supresion de fronteras en la CE pone en peligro 800.000 empleos en España

, La desaparición de contingentes a la exportación y la supresión de barreras comerciales y técnicas en el interior de la Comunidad Europea (CE) "pueden afectar a 800.000 trabajadores en España, un 6% de la población activa". La amenaza que representa el futuro mercado único para nuestro país está recogida en un informe oficial del Gobierno de Madrid presentado a la Comisión Europea en Bruselas, y en el que se solicitan medidas compensatorias para una veintena de sectores y la aprobación de "períodos transitorios adicionales". Estas peticiones contrastan con la posición oficial negociadora que ha fijado España para el próximo semestre de su presidencia comunitaria, en la que se subraya que "hay que evitar las tentaciones estrictamente proteccionistas". La petición de fondos adicionales y del mantenimiento de contingentes para aquellos sectores más duramente afectados por la libre competencía deriva de la creación del mercado único a partir de 1992 no es exclusiva de España. La Dirección General de Mercado Interior y Asuntos Exteriores de la Comisión Europea iniciará el próximo lunes, día 26, una ronda negociadora para cuantificar el impacto sector por sector en cada país. A esta primera reunión, en la que se analizarán los subsectores de motocicletas, electrónica de consumo e instrumentos de medida, asistirán directores generales de industria de los 12 Estados comunitarios.

Toque de alerta

El toque de alerta español fue dado en una reciente reunión del Comité 113 (política comercial) de la CE por Pedro Pérez, entonces secretario general de Comercio y actual secretario de Estado de Economía. El documento, elaborado por los servicios comerciales del Estado, fue entregado también a la Comisión Europea. La teoría es la de que la desaparición de contingentes representa una amenaza seria para una veintena de sectores, entre los que destacan los del automóvil, motocicletas, motores, textil, calzado, juguetes, electrodomésticos de consumo, vídeos, tubos metálicos, vajillas y artículos de cerámica. Figuran también otros, aparentemente menos decisivos para la marcha de la economía, como la fabricación de paraguas, cartuchería de caza y máquinas de coser. España también solicita el mantenimiento de la reserva del mercado nacional para« los plátanos de Canarias, un producto que factura 30.000 millones de pesetas anuales y que representa el 39% de la producción final agrarias de las islas, pero cuyo precio superior le hace irrentable frente a la competencia latino-americana o africana.

El efecto sobre la veintena de sectores estratégicos se traducen en el informe en 800.000 empleos en peligro. España, para compensar estas consecuencias negativas del mercado único, pide a la CE una plena integración comercial de las frutas y hortalizas, un sector de fuerte penetración en el mercado europeo, aunque está sometido a trabas que dificultan al exportación hasta 1996.

Fuentes de la Comisión Europea han manifestado que el informe es una buena muestra del "miedo que todavía existe en España de lo que viene de fuera". También en el propio Gobierno español se han objetado matices a estas propuestas. "Comercio", dice Pedro Solbes, secretario de Estado para la CE, Ileva el ascua a su sardina con la lectura alarmista de defender lo contingentes ante lo que se avecina".

En su opinión, el documento señala el máximo efecto negativo posible, cuando la apertura de fronteras supondrá que mientras en unos sectores se reducirá empleo en otros se generará.

Hasta el momento, no se ha realizado ningún estudio específico, aparte, del citado, sobre la incidencia del mercado único en nuestra economía. La simple tradución del informe Cechini, elaborado por la CE, al peso de España dentro de la Comunidad refleja un crecimiento global neto de 250.000 empleos, sin entrar a valorar si resultaremos beneficiados o perjudicados por la supresión de fronteras comerciales. Como el tema preocupa, afirman fuentes del Gobierno, "está en marcha ya un análisis de la incidencia sectorial sobre empleo".

La posición sobre el mercado único, fijada para la presidencia española de la CE en un documento de 28 páginas y 16 anexos elaborado por expertos de todos los ministerios, es mucho más matizada. Junto a la postura favorable de apoyo "como compromiso político de avanzar en el proceso de integración europea y a la llamada de atención con tentaciones proteccionistas las que puedan caer los negociadores españoles, se hacen observaciones sobre las dificultad para nuestro país. En concreto se señala que, además de la integración que nos encontramos realizando, "el mercado interior añade elementos adicionales no previstos y, por tanto, el esfuerzo es adicional". Se afirma también que el período transitorio recomendado en el acta de adhesión no termina hasta 1995, "por lo que algunos casos la fecha de 1992 no puede aplicarse".

España es primera potencia pesquera, pero la supresión fronteras no afectará a la pesca. El Gobierno admite que, dadas las connotaciones y la imagen

sector en otros países comunitarios, "un planteamiento de este tipo no pasaría de ser provocador o excesivamente idealista".