¿Vanidad o nacionalismo?

Los grandes descubrimientos del XIX no lo han sido tanto en lo que respecta a las áreas reconocidas. La atención se centró en la evaluación de potenciales recursos y materias primas. El nacionalismo que se extiende a partir de comienzos del actual siglo ha influido en la consecución de las grandes gestas descubridoras.No siempre el empeño culminaron con éxito. Se sabe del fracaso de numerosas expediciones que por motivos diversos no logran sus objetivos. El mismo Colón es artífice formal, del gran equívoco de navegar en dirección contraria a la mantenida en sus propias teorías para llegar a las tierras orientales. ¿Error o excusa? Livingstone desconfía de la supuesta posición de las fuentes del Nilo dada por geógrafos del mundo clásico y busca confirmar la realidad. Darwin, Wegener, Reclus y tantos otros señalan la aparente imposibilidad de hechos reseñados por grandes viajeros, y aportan la fuerza de la razón científica para explicar sus dudas. Las mismas fuentes del río Duero son objeto de repetidas y erróneas localizaciones hasta los albores del siglo XIX.

Los motivos pueden encontrarse en la vanidad propia de los actores de los descubrimientos, en intereses sociales que enmascaran empresas propagandísticas y en la incapacidad de muchos para reconocer la formidable dependencia respecto a la naturaleza.