El 'comité Delors' defiende la coordinación monetaria de la CE

La necesidad de coordinar las políticas monetarias de todos los países de la Comunidad Europea fue la nota dominante de la primera reunión del comité de sabios (bautizado ya como comité Delors), creado para definir la unión económica y monetaria europea, celebrada ayer en Basilea. A pesar del mutismo oficial tras este primer encuentro, todas las fuentes coinciden en señalar que existe voluntad general de llegar a acuerdos importantes para presentar a la cumbre de Madrid. La libertad de movimientos de capitales, que entrará en vigor en junio de 1989, marca el punto de partida.

La primera reunión del comité Delors, que había despertado una gran expectación, concluyó sin grandes declaraciones. Ninguno de los 17 asistentes (los 12 gobernadores, los cuatro expertos y el propio Delors) quiso desvelar el contenido del encuentro, por deseo expreso del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors. Él mismo predicó con el ejemplo declarando escuetamente a la salida que "ha sido un buen principio". De igual forma se mostraron poco comunicativos la totalidad de los expertos convocados a Basilea, que se limitaron a afirmar que la reunión había sido positiva.Según explicaron a este periódico fuentes cercanas al comité, se pretende que los debates transcurran en los próximos siete meses con las mínimas presiones exteriores, "y para ello es importante la máxima discreción".

De cualquier forma, en las conversaciones informales celebradas en los días anteriores a la reunión, la mayoría de los miembros del comité coincidió en señalar que es imprescindible llevar a cabo una coordinación monetaria en todos los países de la Comunidad Europea. Miguel Boyer, presidente del Banco Exterior y miembro del comité como experto internacional, declaraba ayer que "desde que la CE decidió liberalizar los movimientos de capitales, se hace necesaria una coordinación de las políticas monetarias de todos los países miembros".

Sistema de trabajo

Esa es la clave de este primer encuentro, en el que se ha intentado fijar el sistema de trabajo y definir los puntos sobre los que se debatirá en las próximas siete reuniones que se celebrarán de aquí al mes de mayo. La intención de Delors es que todos los segundos martes de mes (10 de octubre, 8 de noviembre, 13 de diciembre, 10 de enero, 14 de febrero, 14 de marzo y 20 de abril), se reúna este comité para profundizar en esa coordinación monetaria, de forma que pueda ser presentado un documento final a la reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Comunidad (ECOFIN) de mayo y a la cumbre de presidentes de Gobierno de junio en Madrid.

La fecha del 30 de junio de 1989 es decisiva, teniendo en cuenta que por entonces entra en vigor la libertad de movimientos de capitales en ocho de los 12 países miembros de la CE (España, Irlanda, Portugal y Grecia tienen un período de adaptación complementario). Ello obliga a que a partir del segundo semestre de ese año exista una coordinación monetaria en la Comunidad que evite desequilibrios en las balanzas por cuenta corriente de los países europeos.

Respecto a la posibilidad de crear un banco central europeo y una moneda única para la Comunidad, todas las fuentes consultadas coincidieron en señalar que todavía no son más que ideas sin desarrollar, que necesitarán mucho tiempo para ponerse en práctica.