Las importaciones aumentarán más que las exportaciones hasta 1992

Las importaciones de bienes y servicios aumentarán también durante los próximos tres años a un ritmo mayor que el de las exportaciones, aunque en 1992 la tasa de avance de las ventas al extranjero podría superar al de las compras, según los escenarios que estudia el Gobierno. Para entonces el sector exterior dejaría de tener una aportación negativa al crecimiento de la economía, aunque el Gobierno juzga la actual situación como necesaria para mantener el proceso inversor y modernizador.Las previsiones de continuidad en el mayor aumento de las, compras que de las ventas suponen que el saldo exterior acelerará su deterioro hasta 1991. Ese año la balanza por cuenta corríente (mercancías, servicios y transferencias) alcanzaría un déficit del 2,2% del PIB, frente al superávit del 0,5% registrado durante 1987.

Las importaciones empezaron a crecer muy por encima de las exportaciones a partir de 1986, como consecuencia de la expansión de las inversión y del consumo internos, así como de la adhesión a la Comunidad Europea. En 1987 superaron en términos reales el 20%, casi cuatro veces más que el avance, de las exportaciones. La relación parece que se reducirá durante el presente año a un aumento de las compras que casi duplique al de las ventas (15% y 8%, respectivamente). Y en los próximos años esta brecha se irá estrechando más, para cambiar de signo en el año 1992.

Hasta entonces, la aportación negativa que ha tenido el sector exterior al crecimiento del PIB seguirá reduciéndose paulatinamente desde casi el 3% durante el año pasado hasta un 0,4% en 1991.

Capacidad de gasto

Según el documento de escenarios macroeconómicos y presupuestarios, "ésta es una consecuencia normal de la capacidad de gasto que nuestro saldo global genera, y una característica saludable en la medida en que vaya destinada a la importación de bienes de inversión".

Argumenta al respecto que la evolución descrita no es atípica, sino que representa el comienzo de una etapa estrechamente vinculada a la adhesión y al proceso de integración en la CE, así como a la salida de una profunda crisis que requiere de un gran esfuerzo inversor para superar la descapitaliz ación de la economía española entre 1975 y 1985.

El proceso irreversible de fiberalización de los mercados internos y de rápida apertura a la competencia exterior entraña, según el Ministerio de Economía y Hacienda, un cambio de precios relativos que requerirá la adaptación del aparato productivo a las nuevas circunstancias del mercado. Y esto implica un esfuerzo continuado de reequipamiento y modernización que habrá de mantenerse en los próximos años a fin de incrementar la competitividad y de mantener la cuota de mercado española dentro,de la CE, según la misma argumentación.