Marruecos y el Polisario responden el martes al plan de paz propuesto por Pérez de Cuéllar

La euforia de paz generada por los últimos procesos apadrinados por las Naciones Unidas hizo coincidir ayer en Ginebra, con las delegaciones iraní e iraquí, a Yasir Arafat, presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), y a los enviados de Marruecos y de el Frente Polisario. Éstos, que se entrevistaron separadamente con el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, se comprometieron a responder el próximo martes a la propuesta de paz que recibieron del propio Pérez de Cuéllar el pasado día 11.

A este respecto, el número dos del Frente Polisario, Bechir Mustafá, declaró: "Marruecos tiene dificultades para responder a la estrategia de la paz". Mustafá, que reiteró la necesidad de que se inicien conversaciones directas como única solución al problema del Sáhara, acudió a Ginebra, al igual que el representante marroquí, para recibir aclaraciones del secretario general de la ONU sobre algunos de los puntos de su propuesta de paz."Si bien no hemos logrado que nos aclaren todas las dudas, hemos obtenido un compromiso del secretario general de vigilar la honestidad del proceso negociador", manifestó el enviado saharaui, que es también responsable de las relaciones exteriores del Polisario. Mustafá se refirió a la mediación saudí como un proyecto más amplio que ya permitió, en una primera fase, la reconciliación de Marruecos y Argelia. "Una vez lograda ésta, quedó claro que el verdadero conflicto se plantea entre Marruecos y el Frente Polisario", añadió Mustafá, quien además anunció la aceptación por su parte del censo reconocido por la ONU de cara a un eventual referéndum.

El enviado marroquí, Dris Slaui, que declinó hacer comentarios sobre el contenido de su conversación con Pérez de Cuéllar, dijo que había entregado al secretario general un mensaje personal del rey Hassan II.

Yasir Arafat

Por otra parte, la decisión sobre un eventual Gobierno palestino en el exilio no se conocerá hasta la celebración de su Consejo Nacional (Parlamento). Esa fue la única información que el líder palestino se permitió dar a un pequeño grupo de periodistas que le esperaban a la salida de su hotel, minutos antes de que se entrevistara con Pérez de Cuéllar. Por lo demás, y contra lo que es habitual en él, Arafat eludió a los informadores entrando y saliendo del Palacio de las Naciones por una puerta diferente a la que utilizan normalmente las personalidades.El gobierno en el exilio fue, con toda seguridad, el tema central de la entrevista entre Arafat y Pérez de Cuéllar, según se desprende de las palabras de este último, que reconoció haber tratado con el líder palestino todos los aspectos del problema de su pueblo. Durante la hora y media que duró el encuentro, Abu Amar, como se conoce familiarmente al dirigente palestino, también habló, sin duda, de su deseo de intervenir ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el próximo noviembre. Preguntado a este respecto, Pérez de Cuéllar había contestado poco antes a los periodistas que si surgía ese asunto "le respondería que son los 150 miembros de la Asamblea quienes tienen que decidir".