Europa y la 'perestroika', a debate, en Santander

"Lo pequeño es bello" y quizás más útil que los grandes planteamientos y estretegias de Occidente frente al Este para avanzar en la profundización del cambio radical emprendido por Mijail Gorbachov en la URSS. De otro modo, el resultado de la acción occidental podría, involuntariamente, hacer fracasar los esfuerzos de la perestroika. Ésta es una de la tesis que mantuvo Philip Windsor, profesor de la London School of Economics, en un seminario que concluye hoy en S antander sobre Europa y la nueva distensión.La adopción de medidas de confianza en el terreno militar, según Windsor, puede llevar a mejores situaciones que los grandes esquemas de desarme. Estos últimos dependen, al final, de medidas de verificación que siempre son imperfectas. De ahí también la importancia de que las alianzas debatan entre ellas sus doctrinas militares, antes de hablar de las unidades.

Asimismo, Windsor defendió unos intercambios de las empresas occidentales con las del Este europeo, sin diferenciación y sin intervención de los Gobiernos. Windsor hizo también hincapié en la importancia de los intercambios culturales. Bajo todo este planteamiento, de lo que se trata es de evitar una gran estratégia de Occidente frente al Este, para provocar un cambio, pues este empeño podría, justamente, hacer fracasar los intentos de cambio.

Y estos intentos son genuinos. Gorbachov, según este criterio, plantea una reinterpretación de la revolución soviética y pretende hacer de la URSS una sociedad civil, lo cual es una novedad en la historia rusa y soviética.

La 'doncella' europea

Fernando Claudín, presidente de la Fundación Pablo Iglesias, consideró que "Europa no debe actuar como una doncella deslumbrada por Gorbachov", y criticó la idea soviética de una casa común europea. No obstante, otros participantes, como Windsor, hicieron hincapié en la importancia de esta idea. En cualquier caso, la creciente unidad de Europa occidental viene acompañada estos años de una creciente división entre los países del Este. El 20 de agosto hubo manifestaciones en Praga, Moscú, Varsovia y Yugoslavia, provocadas por cuestiones internas.Andrés Ortega, redactor de EL PAÍS, abordó en el seminario los intentos de crear una dimensión europea de la defensa de Europa y el surgimiento de una pluralidad estratégica en el mundo, cuya polaridad ha entrado en crisis, aunque no todos están de acuerdo sobre esa materia.

El caso es que esta nueva situación lleva a lo que Windsor calificó como una "distensión sin agenda", sin verdaderas prioridades, frente a la anterior disuasión.

Manuel Azcárate, del equipo editorialista de EL PAÍS y director de este seminario, consideró que la militarización creciente del pensamiento político se ha traducido en una "degradación intelectual", a la que hay que sumar la militarización de la economía mundial. Azcárate expresó su esperanza de que la "crisis de la bipolaridad puede ser a la vez la crisis de la supermilitarización".

El diputado de Alianza Popular Miguel Herrero, al abordar las acciones fuera de la zona de la OTAN , recalcó la activación en esta década de unidades de intevención rápida en distintos países europeos, mostrándose partidario de la creación de una similar en España y de que nuestro país llegue a poder compensar en la OTAN las intervenciones de otros países fuera del área de la Alianza Atlántica.

Roberto Mesa, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, consideró que no sería conveniente avanzar hacia una especialización militar entre los europeos mientras no se progrese en la integración política, y abogó por un cambio de mentalidad.

El diplomático Carlos Alonso Zaldívar, finalmente, explicó los conceptos básicos de la política de seguridad española.