Julio Iglesias cantó con la nostalgia de Benidorm
"Veinte años después, flaco y más viejo, vuelvo a casa", dijo el cantante
Más de 9.000 personas se concentraron el viernes por la noche en la plaza de toros de Benidorm, escenario en el que reaparecía el cantante Julio Iglesias, transcurridos cinco años desde su última gira por España. El divo madrileño, que comenzó su recital con la canción Me va, me va, tardó en conectar con el público, para el que lo primordial era Julio y lo secundario sus canciones melodiosas y románticas. Una corriente hipnótica se estableció desde las tablas hacia los graderíos. El cantante recordó con nostalgia su primera actuación en público y en el mismo lugar. Sólo han pasado 20 años.
Aunque el contrato firmado fijaba en hora y media la actuación, Julio Iglesias, tras finalizar su recital y el primer bis anunció "aún quedan dos horas más de concierto y lo voy a cantar todo". Quizá el cansancio y la alta temperatura reinante hicieron que las dos horas se quedaran en treinta minutos largos, durante los que volvió a repetir las mismas canciones con las que inició el recital.Cantante y público tardaron en conectar en un ambiente en el que todos los ojos estaban puestos en él. Muchas más mujeres que hombres acudieron a presenciar el concierto y de vez en cuando, según calaran las canciones, saltaron desde las gradas piropos más y menos atrevidos hacia el escenario.
El cantante recordó, con cierta nostalgia, que la primera vez que cantó en público y con orquesta fue en la misma plaza de toros en que ahora, trascurridas dos décadas, volvía a pisar. "Hace 20 años, flaco, con el pelo cortado y más miedo que vergüenza, me empujaba Enrique Martín detrás de las cortinas y me decía: 'Tienes que cantar' y yo no sabía ni siquiera los compases de la música. Veinte años después, flaco, más viejo [silbidos del público que lo negaba y que le gritaba "y más guapo"] vuelvo a casa".
Iglesias, emocionado, besó con la mano en dos ocasiones distintas el escenario y volvió a cantar la canción La vida sigue igual que en el X festival de la canción le hizo triunfar en el mundo de la canción.
Vestido con un impecable traje de chaqueta azul marino apareció ante sus incondicionales y tan moreno como siempre aparece en las portadas de sus discos y en las revistas del corazón. Horas antes fue nombrado ciudadano de honor de Benidorm y se le entregó la medalla de oro y el escudo de la ciudad
En el transcurso del acto, el alcalde de Benidorm, Manuel Catalán, le sugirió al cantante que escribiera una canción dedicada a la ciudad y que llevara como título Veinte años después.
Los precios de las entradas oscilaron entre las 12.000, las más caras, y las 1.500, las más baratas. El cantante percibirá por este recital 22 millones de pesetas. El ayuntamiento de Benidorm invirtió más de ocho millones de pesetas en la reconversión de la plaza de toros para crear nuevos camerinos para el cantante, poner moqueta en la entrada a la plaza y largos cortinajes de suaves colores adornando las frías paredes de piedra.
El dispositivo de seguridad fue uno de los más grandes organizados en la ciudad.
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