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La Marina francesa vigila el golfo de Vizcaya ante los enfrentamientos entre atuneros

Lluís Bassets

La patrullera La Mauve y avionetas Nord-262 de la Marina Francesa vigilan desde ayer la zona de pesca del golfo de Vizcaya donde han venido produciéndose enfrentamientos entre atuneros franceses y españoles desde el pasado día 5. Tres barcos han sido atacados por los pescadores españoles, que consideran desleal la técnica de pesca con redes desplegada en las últimas semanas por los atuneros franceses. Una patrullera española se dirigía también hacia la zona conflictiva, según France Presse.En el último y más grave de los incidentes los pescadores españoles bombardearon con tornillos, tuercas y barras de hierro la cubierta del bou de San Juan de Luz Pantchika, del patrón vasco-francés Ramuntcho Iturrioz, que se hallaba faenando a 45 millas frente a las costas de Arcachon, cerca de Burdeos. Uno de los barcos españoles recibió sobre la cubierta una botella de líquido inflamable.

Esteban Olaizola, presidente de la Cofradía de Pesca de Hondarribia (Fuenterrabía), manifestó recientemente que el conflicto puede agravarse en las próximas jornadas y anunció que los pescadores vascos, que faenan con las tradicionales artes de cacea y cebo vivo, tomarán sus propias medidas ante la inhibición de las autoridades comunitarias, informa desde San Sebastián, José Luis Barbería.

Olaizola sostuvo que la baja captura del atún en esta campaña está motivada directamente por el empleo de las volantas, redes sumergidas dispuestas en forma de pared que, a su juicio, provocan la pesca indiscriminada y que ahuyentan a los bancos de peces hasta alejarlos de sus aguas tradicionales.

Destrozar el pescado

El presidente de la Cofradía de Fuenterrabía señaló que las capturas de atún en el pasado mes de julio alcanzaron únicamente la cifra de 114.000 kilos, menos de la mitad de volumen capturado en la misma fecha del año anterior, y afirmó además que estas redes se enganchan fácilmente en las hélices y destrozan el pescado hasta el punto de que muchas veces ni siquiera es aceptado por los conserveros.Una docena de atuneros franceses -han recibido créditos oficiales y útiles ingeniados por el Instituto Francés para la Investigación de la Explotación Marina (IFREMER ). Las redes utilizadas por éstos, -las llamadas pelágicas y las maillantes-, permiten un mayor rendimiento y rapidez en la pesca. Cuatro pescadores realizan con ellas el trabajo equivalente al de 14 pescadores de palangre, la técnica más extendida entre los españoles.

España desea obtener una moratoria de cinco años en el uso de estas nuevas redes pero la Comisión Europea no se ha pronunciado aún. Un aumento de la producción atunera francesa en aguas europeas puede ser muy perjudicial para los apromadamente 7.000 pescadores del Cantábrico que trabajan en el atún, ya que a partir de 1992 deberán regirse por las cuotas fijadas por Bruselas a partir de la producción de los últimos años anteriores al mercado único.

Mientras Madrid y París firmaban la paz pesquera en Zaragoza en octubre de 1986, a propósito del llamado triángulo de Escota (zona marítima francesa utilizada tradicionalmente por los pescadores españoles), los franceses se preparaban para intensificar su producción y situarse en posición más favorable para 1992.

Francia ha capturado en los dos últimos años unas 2.800 toneladas de atún, una décima parte aproximadamente de la captura anual de la flota española. Esta situación obliga a los conserveros franceses a acudir a las importaciones.

Los esfuerzos franceses están dirigidos a equilibrar su deficitaria balanza comercial pesquera (9.200 millones de francos de importaciones frente a 3.500 millones de exportaciones) y a evitar un mayor deterioro del sector, en el que se ha perdido un 25% de los puestos de trabajo en los últimos 10 años. El conflicto entre atuneros comenzó en 1984, cuando la marina francesa atacó a dos pesqueros españoles.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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