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Suráfrica inicia hoy su retirada de Angola

Las tropas surafricanas en la primera línea del frente comenzaron ayer a recoger y empaquetar sus pertrechos, preparándose para iniciar hoy, miércoles, su retirada del territorio angoleño, a través de 300 kilómetros de monte bajo y arena, camino del territorio de Namibia, bajo control de Suráfrica desde 1919. La retirada obedece al acuerdo alcanzado el pasado viernes en Ginebra entre los países implicados en la guerra del África austral -Angola, Suráfrica y Cuba, con la mediación de EE UU-, operación que debe concluir el próximo 1 de septiembre.

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El acuerdo definitivo, pendiente de la salida cubana

El acuerdo de Ginebra contempla el alto el fuego en la región desde la tarde del pasado lunes, la negociación bilateral angoleña-cubana para fijar el calendario de la retirada de los más de 40.000 soldados cubanos acantonados en Angola y la preparación antes del 1 de noviembre del proceso para la independencia de Namibia, siguiendo las directrices de la resolución 435 de la ONU.Fuentes militares surafricanas en la principal base de Oshakati, en Namibia, dijeron ayer que sus tropas en Angola, cuya cifra se estima en más de 2.000 soldados, estaban desmantelando ya su bastión en territorio angoleño, cerca de Cuito Cuanavale, la base mas importante angoleña, a 300 kilómetros de la frontera con Namibia, y que ha estado sometida a duros bombardeos de los cañones surafricanos de largo alcance G-5. [El ministro de Exteriores surafricano, Roelof Pik Botha, citó el lunes la cifra de 600 soldados de su país en territorio angoleño, al anunciar los planes para la retirada desde hoy miércoles al próximo 1 de septiembre].

Cuito Cuanavale se ha convertido en un símbolo de la resistencia angoleña y cubana, que siempre impidió que cayera en manos de los soldados surafricanos, cuyos avances les llevaron en ocasiones a penetrar más de 1.000 kilómetros en el interior de Angola, llegando prácticamente a las afueras de la capital, Luanda.

Analistas militares señalaron ayer que unos 1.500 soldados surafricanos están todavía estacionados cerca de Cuito Cuanavale, y que otra unidad de combate, de unos 1.000 hombres, está tomando posiciones en el suroeste para proteger la retirada de las tropas.

Con la excusa de perseguir a los guerrilleros del SWAPO (Organización Popular del Suroeste Africano), que luchan por la independencia de Namibia y que cuentan con el apoyo de Luanda, el Gobierno surafricano siempre ha contado en sus incursiones en Angola con la colaboración de los rebeldes del movimiento UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), dirigido por Jonás Savimbi.

El portavoz en Lisboa de UNITA, Alcides Sakala, pidió, inmediatamente después del anuncio del alto el fuego, la apertura de negociaciones con el Gobierno de Angola, y en Narnibia, con el SWAPO, para un "nuevo paso en el sentido de la paz efectiva" en la región. Un portavoz de UNITA en Lisboa, informa Nicole Guardiola, rechazó el lunes el acuerdo para el cese del fuego en la guerra del África austral.

Pero, más que las declaraciones, de circunstancia, acerca del no acatamiento por las fuerzas guerrilleras de la tregua, y por encima de las felicitaciones dirigidas por UNITA al mediador norteamericano Chester Crocker, por el papel desempeñado en las negociaciones "con los soviéticos", el hecho significativo es el abandono por los rebeldes angoleños de la exigencia de la salida de "todos los comunistas cubanos y soviéticos" como condición previa para una eventual "reconciliación nacional" en Angola, negociando "directamente con el MPLA (Movimiento Popular para la Liberación de Angola), aun con la presencia de los cubanos".

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