Irán contraataca en vísperas de la negociación en la ONU
La Prensa y emisoras de radio iraníes anunciaron ayer que sus fuerzas regulares, apoyadas por los Guardianes de la Revolución, infligieron graves pérdidas a las fuerzas iraquíes en el frente sur, a la vez que desmentían que los ejércitos del presidente Sadam Husein hayan comenzado la retirada de los territorios ocupados en los últimos días. Bagdad anunció que todas las tropas iraquíes abandonarán hoy sus posiciones conquistadas en territorio iraní. El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, dijo ayer que mañana iniciará los primeros contactos diplomáticos por separado con los respectivos ministros de Exteriores de los dos países con la esperanza de lograr pronto un alto el fuego efectivo.
Pérez de Cuéllar se mostró confiado de que las dos partes inicien negociaciones directas en breve plazo. El presidente del Consejo de Seguridad, el brasileño Paulo Nogueira Batista, pronosticó ayer que el cese de las hostilidades pueda ser anunciado en unos diez días.Después de los mensajes del presidente iraní, Alí Jamenei, llamando a una nueva Jihad (guerra santa musulmana) contra Irak, las emisoras de radio en Teherán informaron ayer de un contraataque de fuerzas combinadas regulares iraníes, con voluntarios y Guardianes de la Revolución, en el frente septentrional, que, según estas informaciones, consiguieron recuperar 40 kilómetros cuadrados e infligir pérdidas humanas y materiales a Irak.
En las mismas emisiones radiadas, el régimen de Teherán calificó como "absurdas y ridículas" las afirmaciones de Bagdad acerca de una retirada de sus tropas, y declaró que las tropas del país vecino mantienen bajo ocupación unos 5.000 kilómetros cuadrados de su territorio.
Sin embargo, en un comunicado oficial iraquí se asegura que hoy martes, sus tropas habrán abandonado todos los enclaves conquistados estos últimos días de guerra, "lo que demuestra", prosigue el documento, "que Irak no tiene pretensiones territoriales sobre el país vecino", pero la ofensiva era "necesaria para encerrar y destruir a cierto número de fuerzas enemigas" y recuperar territorio nacional en poder iraní.
Esta actividad en el frente de batalla se produjo en vísperas de los primeros contactos, en Nueva York, entre el secretario general de la ONU, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, con los ministros de Asuntos Exteriores de Irak e Irán, Tarik Aziz y Alí Akbar Velayati, respectivamente. Fuentes diplomáticas iraquíes, que han solicitado el anonimato, informaron que Bagdad planteará en estos contactos la necesidad de negociaciones directas de las partes implicadas en la guerra, porque "no se puede establecer la paz a través de intermediarios". También compararon la postura iraní de no aceptar un encuentro directo con Bagdad, "con la que mantiene Israel respecto a la Organizacón para la Liberación de Palestina (OLP)".
Estas mismas fuentes no ocultaron su recelo sobre la intención iraní de llegar a una paz. "¿Cómo confiar en ellos", dijeron, "si el propio Jomeini ha dicho que aceptar la resolución 589 de la ONU sobre el alto el fuego 'le ha resultado peor que tragar veneno'?".
Un arma atómica
Las informaciones iraníes aseguraban que sus fuerzas habían reconquistado, durante una batalla de siete horas, al menos tres guarniciones en poder de los iraquíes, algunas de cuyas posiciones fueron bombardeadas por la aviación de Teherán, "aquellas donde los iraquies han utilizado armas químicas".
El presidente de la Corte de Justicia islámica iraní, ayatolá Musavi Ardebili, arengó a un grupo de combatientes que se dirigían a la línea de combate, diciéndoles que su refuerzo tendrá un efecto igual al de una bomba atómica.
El Ministerio de Información iraqui desmintió que un contraataque iraní haya obligado a sus fuerzas a replegarse del frente septentrional. Por su parte, un portavoz militar de Bagdad aseguró que la aviación iraquí derribó tres aviones iraníes y bombardeó varias instalaciones petrolíferas.
El presidente de EE UU, Ronald Reagan, dijo ayer que está dispuesto a discutir con Irán la liberación de los nueve rehenes norteamericanos secuestrados por grupos proiraníes en Líbano. "Si lo están ellos, ha llegado la hora", declaró Reagan.
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