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El conflicto de la flota congeladora podría quedar resuelto mañana

El conflicto laboral que mantiene enfrentados desde hace algo más de un mes a los trabajadores de la flota congeladora con la patronal, Anacef, podría llegar mañana, martes, a una vía de solución satisfactoria, según todos los indicios. Ambas partes se han mostrado moderadas y conciliadoras desde que el pasado viernes, en una reunión de tanteo, se reanudaron las negociaciones que deberán culminar en el primer convenio colectivo del sector.

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Paisaje después de la batalla

Los arrastreros, que mantendrán el martes un encuentro crucial con la parte empresarial, han modificado, respecto a las últimas conversaciones, las bases de cotización a la Seguridad Social que ahora oscilan entre las 155.000 pesetas y las 100.000 pesetas, según categorías, es decir, han registrado un aumento de 5.000 pesetas.La tabla retributiva que mañana reivindicarán los marineros contempla pagas extras del 150% del salario mínimo interprofesional, así como descansos retribuidos con un 175% del salario base.

La oferta de la flota supone un incremento de 200.000 pesetas por barco pero no contiene peticiones desorbitadas; para el asesor jurídico de los trabajadores, Enrique González Araña, es lógico que un marinero no quiera salir a faenar por remuneraciones menores a las 100.000 pesetas mensuales.

La reunión del día 26 contará, una vez más, con la mediación del director provincial de Trabajo, Juan de Dios Fernández. Esa misma mañana serán los armadores quienes celebren una asamblea para determinar su estrategia y contraofertas. Por otro lado, para dos días después, el día 28, hay prevista una manifestación de apoyo al sector que ha sido convocada por dos sindicatos nacionalistas y cinco organizaciones políticas de izquierda.

Inicio del diálogo

Aunque ambas posiciones en litigio han empezado a mostrarse en los últimos días más flexibles y dialogantes, el presidente de Anacef ha declarado repetidamente que los armadores no atraviesan un momento que les permita hacer excesivas concesiones. "Ya hemos hecho sacrificios extras y hemos intentado que lo entendieran", explicó días atrás a este periódico refiriéndose a los topes salariales que la empresa está dispuesta a admitir; topes que sensiblemente inferiores a los reclamados por los trabajadores. Para algunos observadores, entre los que se encuentra el propio asesor jurídico de los marineros, tal vez lo que la flota arrastrera esté necesitando es una profunda reconversión. "Si no es rentable el sector, se para y punto", opina por su parte, José Ramón Fontán.La flota congeladora que faena en el banco canario-sahariano da empleo a unos 3.000 hombres, de los cuales el 80% procede de Galicia y el 20% restante de Canarias; la flota que tiene su base en el Puerto de la Luz de Las Palmas convive con la artesanal, que es el sector mayoritario de la pesca canaria.

Durante el período de huelga, los marineros vienen siendo abastecidos por comerciantes y ciudadanos que todas las mañanas acuden al muelle de Ribera con importantes contingentes de suministro de víveres. Los pescadores, por su lado, han distribuido gratuitamente el pescado almacenado en los congeladores de Anacef por los barrios más desasistidos de la capital; reparto que a juicio de la patronal constituye un robo, un delito del que "tendrán que responder algún día ante la justicia, aunque hay gente que después tiene el privilegio de la insolvencia".

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