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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una paz difícil

PASADA LA primera ola de optimismo provocada por la decisión de Irán de aceptar la resolución 598 de la ONU, que ordena un cese inmediato de las hostilidades, ahora se colocan en primer plano las enormes dificultades que hace falta vencer para llegar a un alto el fuego efectivo. Irak, después de haber aprobado desde hace un año la citada resolución, pone ahora nuevas condiciones, y ha desencadenado incluso una ofensiva, empleando armas químicas -un método bélico especialmente repugnante- y penetrando en territorio iraní.En esta coyuntura corresponde al secretario general, de la ONU, Pérez de Cuéllar, un papel decisivo para preparar el cese efectivo de las hostilidades y el restablecimiento de la paz. El diplomático peruano ha enviado a los países beligerantes una delegación para preparar las condiciones técnicas del alto el fuego y otra para estudiar el intercambio de prisioneros. La ONU se convierte -por primera vez desde hace décadas- en un instrumento político y operativo capaz de poner fin a una guerra. Y es indispensable que Pérez de Cuéllar cuente con el respaldo de todos los Gobiernos para llevar a cabo su dificil misión.

Es un hecho de alcance histórico -por muchos obstáculos que aún queden- el que se haya logrado la aceptación por los dos beligerantes de la resolución de la ONU. Ello permite sospechar el próximo fin de una guerra que ha causado enormes estragos. El volumen de las pérdidas humanas es aterrador (según diversas fuentes, en torno al millón); el coste económico, tanto a causa de las destrucciones como de las sumas invertidas, resulta astronómico. Irak inició la guerra creyendo que podría convertirse en la potencia fuerte de la zona, aprovechando la confusión reinante en Irán después de la caída del sha. Irán paró el golpe inicial y prolongó la guerra con la idea de derribar a Sadam Husein y de extender su modelo de república islámica por el mundo musulmán.

Ni uno ni otro han logrado su objetivo, pero el fin de la guerra no supondrá el retorno a una situación como la que existía en 1980. Aunque los combates aún no han cesado, se perfila en el horizonte un cambio profundo en la correlación de fuerzas en la región de Oriente Próximo, tan importante en la política mundial. Irán sufre un agotamiento material y moral que acarreará cambios políticos. ¿En qué sentido? A pesar del viraje que ha supuesto la aceptación del alto el fuego, no es seguro que se consoliden en el poder los sectores más pragmáticos. La sucesión del ayatolá Jomeini agudiza la lucha interna.

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En todo caso, Irán e Irak van a iniciar una etapa nueva. Lo prioritario será la reconstrucción, y la necesidad de asistencias internacionales para poder llevarla a cabo. Pero las condiciones serán muy distintas para Bagdad, rodeado por la solidaridad árabe, y para Teherán, prácticamente aislado del resto del mundo.

La evolución futura de Irak e Irán va a depender mucho del marco internacional en el que tengan que actuar. El mejoramiento sensible de las relaciones entre EE UU y la URSS estimula vientos de paz en diversas zonas del mundo. Soplan en lugares tan lejanos como Angola, Afganistán, Camboya... En el caso de la guerra irano-iraquí, la coincidencia entre soviéticos y norteamericanos ha sido fundamental para la aprobación de la resolución 598, y luego para que haya sido aceptada por los dos beligerantes. Ahora se entra en la etapa de su aplicación, primero para lograr el alto el fuego y luego para poner en práctica los otros puntos de su contenido: prisioneros, reconstrucción, reparaciones, responsabilidades, estabilidad y seguridad de toda la zona. La consolidación del papel de la ONU como instrumento de paz a la que estamos asistiendo tendrá repercusiones importantes. Si se afirma en su seno la cooperación de EE UU, la URS S y de otros países, se crearán premisas duraderas para poder abordar otros problemas de esa zona. Y en este marco es inevitable pensar en el conflicto palestino, que requiere una acción internacional urgente.

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