El Presidium soviético rechaza, en un clima tenso, la secesión de Nagorno-Karabaj
Los máximos dirigentes de las Repúblicas soviéticas de Armenia y Azerbaiyán se enfrentaron ayer, como si de los líderes de dos naciones ella guerra se tratara, en una tensa sesión del Presidium del Soviet Supremo de la URSS que rechazó las reivindicaciones secesionistas de la región de Nagorno-Karabaj apoyadas por Armenia. A pesar de que los representantes de Armenia y Nagorno-Karabaj se expresaron claramente en contra de la resolución que, según las primeras y escuetas informaciones oficiales, se adoptó finalmente, la agencia soviética Tass aseguraba que la resolución fue tomada "unánimemente".
Los bien preparados argumentos históricos, legales, económicos y políticos de los representantes armenios fueron acogidos con incomprensión, e incluso con hostilidad, por el Presidium, máximo organismo colegiado del Estado, encabezado por Andrei Gromiko. El Presidium tiene un total de 39 miembros y, entre sus 15 vicepresidentes, que representan a las 15 repúblicas soviéticas, hay uno azerbaiyano y otro armenio. Sendas delegaciones de Azerbaiyán y Armenia, dirigidas por los líderes del partido, asistían a la reunión en la que intervino el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, quien pidió calma y acercamiento mutuo para resolver el problema de Nagorno-Karabaj. El discurso de Gorbachov no había sido dado a conocer a última hora de la noche de ayer.El presidente del Presidium del Soviet Supremo de Armenia, Grant Voskanian, que insistió en buscarlas raíces del conflicto, recordó las promesas de adjudicar Nagorno-Karabaj a Armenia, hechas por el poder soviético a principios de los años 20, con la aprobación de Lenin. Voskanian pidió la autodeterminación de Nagorno-Karabaj, aseguró que Armenia no tiene pretensiones territoriales sobre Nagorno-Karabaj y rechazó la aplicación del artículo 78 de la Constitución soviética invocado por Azerbaiyán. Éste establece que el territorio de las repúblicas federadas no puede ser modificado sin su consentimiento y que las fronteras entre las repúblicas sólo pueden modificarse por mutuo acuerdo de ambas.
Voskanian consideró que el conflicto de Nagorno-Karabaj se había agravado tras el pogromo antiarmenio de la ciudad de Sumgait, en las cercanías de Bakú, que siguió a las exhortaciones a la calma efectuadas por Mijail Gorbachov a finales de febrero. El dirigente armenio acusó a los medios de información y al Comité Central del partido Comunista de Azerbaiyán de no haber valorado políticamente lo sucedido, causando malestar entre los armenios.
Voskanian rechazó el proyecto de resolución preparado por el Presidium y señaló que "por lo visto y para nuestro más hondo pesar, no hemos sabido trasmitir a los miembros del Presidium toda la gravedad y el carácter trágico de la situación en Armen¡a y en la Región Autónoma de Nagorno-Karabaj". "En el caso de aprobarse, tal resolución provocará dolor y decepción en losarmenios".
Por su parte, el presidente de Presidium del Soviet Supremo de Azerbaiyán, Suleimán Tatliev, denunció los intentos de alterar el estatus de Nagorno-Karabaj como obra de elementos "antisociales" que actúan contra la perestroika de forma "cuidadosamente planificada" y propuso medidas "enérgicas" de tipo policial para acabar con el conflicto. A la vergüenza de Sumgait, aireada por su colega armenio, Tatliev respondió asegurando que 20.000 azerbaiyanos han huido de Armenia a Azerbaiyán ante las dificultades que encuentran en aquella república. "La idea de la separación de la región de Nagorno-Karabaj de la República de Azerbaiyán no estájustificada ni política, ni económica ni jurídicamente", señaló.
Tampoco coincidieron en sus apreciaciones el jefe del Partido comunista de Azerbaiyán, Abdul Vezirov, y el del partido Coniu nista armenio, Surem Arutiu nian. Vizirov pidió medidas in mediatas para restablecer el orden público y acabar con las huelgas en Stepanakert, la cap¡ tal de Nagorno-Karabaj, y afir mó que el poder en Nagorno-Karabaj se encuentra lleno de ele mentos criminales. Arutiunian por su parte, se mostró favorable a la búsqueda de una solución de compromiso que podría ser la su bordinación temporal de Nagorno-Karabaj a los órganos centrales soviéticos o a la República Federativa Rusa, o bien la trans formación de la región en república autónoma.
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