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Grandes esperanzas de que las conversaciones de Nueva York acaben con la guerra de Angola

Las conversaciones para acabar con 13 años de guerra y restaurar la confianza política y económica en Angola y su vecino del Sur, Namibia, comienzan hoy en Nueva York con un cierto sentimiento de urgencia. Analistas políticos en Suráfrica aseguran que las expectativas de éxito son bastante reales, sobre todo porque Estados Unidos y la Unión Soviética no sólo han ayudado a mantener la marcha de las conversaciones, sino que las dos superpotencias desean este éxito.

Una vez que han discutido sobre los principios de cada uno de los problemas que resolver, las partes implicadas deben mostrar ahora que son capaces de actuar sobre la realidad. Después de sucesivas reuniones entre los negociadores angoleños, cubanos, surafricanos y norteamericanos en Londres y Brazzaville, y de las discusiones de alto nivel celebradas en El Cairo, se espera que la cita de Nueva York finalice con proposiciones concretas.En fuentes políticas se especula con que las conversaciones se mantengan con interrupciones durante unas cuatro semanas, al final de las cuales, se asegura, saldría un acuerdo en el que se detallaría la retirada de Angola de los más de 46.000 soldados cubanos -incluidos los 12.000 estacionados cerca de la frontera con Namibia-, la retirada final de las tropas surafricanas en Angola y las elecciones generales libres supervisadas por la ONU en Namibia.

La semana pasada, una nueva presión para acabar con la guerra llegó de una inesperada fuente. Die Kerkbode (El Mensajero de la Iglesia), el portavoz autorizado de la Iglesia Reformada Holandesa Afrikaans (DRC), puso en duda la moralidad de la presencia de soldados surafricanos en suelo extranjero. La revista mensual se preguntaba cautelosamente, ante la muerte, hace una semana, de 12 soldados blancos que custodiaban el complejo hidroeléctrico de Calueque -situado a unos pocos kilómetros en el interior de Angola-, si no era ética y moralmente justificable retirar todas las tropas surafricanas de Angola.

Respuesta mifitar

Esta intromisión de la DRC fue inmediatamente rechazada por el ministro de Defensa surafricano, general Magnus Malan, quien trató el asunto como si fuera un incendio en la pradera, intenso pero localizado. Malan se dirigió al país por televisión y aseguró que la DRC, casi siempre entusiasta con la política nacional, no entendía las cuestiones de estrategia militares que se jugaban en este caso. El estamento militar descalificó a la Iglesia de un cachetazo, pero la pregunta quedó en el aire.

Cerca de 300 cubanos y angoleños murieron en el incidente de Calueque, y se esperaba que Suráfrica pudiera tomar venganza adicional por la muerte de sus 12 hombres, pero el ministro de Defensa y el de Exteriores, Roelof Botha, decidieron que había más que ganar no atacando a las tropas cubanas y usando su contención en la mesa de negociaciones.. Al mismo tiempo, las especulaciones sobre si Suráfrica pudiera haber perdido su superioridad militar en el aire sobre Angola fueron tajantemente desmentidas por el jefe de la Fuerza Aérea, general Dries van der Lith. La Prensa había informado de que los Mig 23 angoleños, de procedencia soviética, apoyados por los misiles manipulados por los soldados cubanos y la red de radar que cubre el sur de Angola y el norte de Namibia, habían conseguido superar tácticamente a los aviones Cheetah surafricanos. Los Cheetah están siendo mejorados constantemente, dijo Van der Lith, quien añadió que la Fuerza Aérea surafricana tiene también una gran confianza en sus pilotos, que se encuentran entre los mejores del mundo.

A pesar de que Suráfrica ha perdido a muchos de su.s jóvenes en esta larga guerra no existe una gran presión de la opinión pública interna para poner fin a la misma y el Gobierno está preparado para seguir invirtiendo los 2.000 millones de dólares que cuesta anualmente. Además, el Partido Nacional, en el poder, se enfrenta a unas elecciones municipales en octubre, y la oposición de ultraderecha está dispuesta a utilizar "la entrega de Namibia a los terroristas", si hay acuerdo.

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