"Tagliaferri manda mucho en la Iglesia y cree que aún está en Latinoamérica", dice Tarancón

El cardenal Vicente Enrique Tarancón declaró ayer que el actual nuncio de la Santa Sede en España, Mario Tagliaferri, manda mucho en la Iglesia. El que fuera presidente de la Conferencia Episcopal durante los años de la transición declaró a este diario: "En Lainoamérica, los nuncios mandan mucho; en Europa, poco; sin embargo, éste cree que aún está allí", en alusión al papel que desempeñó Tagliaferri cuando ostentó la representación diplomática vaticana en Cuba -como pronuncio- y posteriormente en Perú.

En un clima distendido, compartiendo el mismo sofá que ocupaba el físico y académico soviético Alexis Avriokosov, el cardenal respondió a las preguntas que le formularon los periodistas asistentes a los cursos de verano que organiza la Universidad Complutense en El Escorial. "Las relaciones entre la Iglesia y el Estado van peor que regular", aseguró el que fuera arzobispo de Madrid, quien culpó a ambas partes. "Unos y otros están un poco fuertes en sus posiciones, yo diría que atrincherados, y eso no es bueno para el diálogo".Sin embargo, Tarancón no atribuyó mayor importancia al hecho de que el PSOE estuviera al frente del Gobierno. "Es natural que los políticos quieran aprovecharse de todaslas fuerzas sociales; la Iglesia, digan lo que digan, es una fuerza social y es normal que no sé deje instrumentalizar. Es igual que haya ministros de comunión diaria o socialista porque esto sucederá siempre", agregó.

Tarancón, que dialogó largamente con el científico soviético sobre la situación religiosa en los países de socialismo real, reconoció que en la actualidad se da en la Iglesia española un cambio respecto a los años 70. "Ahora se sigue un ritmo más mortecino, porque ello depende de las personas y de las circunstancias", en opinión del cardenal para quien, a su juicio, las posturas condenatorias no conducen a nada y son negativas. "Vamos en la línea que se marcó en los 70, cuando la Iglesia se divorció de la sociedad, pero a un ritmo más lento", destacó Tarancón, a quien no lo perece justo que "la Iglesia se cierre sobre sí misma, tal como he demostrado en mis años de actividad pastoral".

"La nación más católica"

"España siempre se ha considerado la nación más católica del mundo; creíamos que nuestra forma de vivir el cristianismo era la única legítima, con lo que nos convertimos en cerrados y excluyentes", dijo Tarancón. "Ahora la Iglesia española está más abierta", agregó, "pero se sigue notando el peso de siglos de catolicismo que no se han echado por la borda".

Aunque expresó sus precauciones hacia ese ritmo lento que sigue la Iglesia española, el cardenal no dio demasiada importancia a las recientes destituciones de los teólogos José Maria Castillo y Juan Antonio Estrada,jesuitas ambos y profesores de la Cartuja de Granada.

"Allí se están formando sacerdotes", declaró, "no es una universidad como la Gregoriana de Roma o la de Comillas y es lógico que los obispos se preocupen, porque no es lo mismo la formación que se imparte en una clase universitaria que en otra que integran personas en proceso de formación y que serán, probablemente, futuros curas rurales".

El que fuera arzobispo de Madrid y uno de los artífices del cambio en el seno de la Iglesia española, se mostró partidario de poner orden tras el concilio, "porque no ha habido herejías pero se han dicho muchas tonterías y eso ha desorientado".

Tarancón, finalmente, manifestó que por el momento no va a hacer públicas sus tan esperadas memorias que abarcan los años de la transición. "Hay muchas personas que salen ahí y que todavía están vivas y en mi libro se lanzan acusaciones con nombres y apellidos. Yo soy obispo y tengo que velar por la caridad".

Nombramientos papales

Por otro lado, el Papa nombró ayer obispo de Ibiza al valenciano Manuel Urena Pastor, de 43 años y obispo de la diócesis chilena de Los Angeles al tarraconense Adolfo Rodríguez Vidal, de 68 años, vicario general del Opus Dei en Chile, informa Europa Press.