Alfonso de Galarreta cree que "los rusos se comerán Europa cuando esté madura"

Alfonso de Galarreta nació en 1957 en Torrelavega (Cantabria), en el seno de una familia profundamente religiosa. A los cuatro años marchó a Argentina, desde donde dirige en la. actualidad la integrista Fraternidad San Pío X para toda América Latina. El pasado jueves se convirtió en uno de los cuatro obispos excomulgados tras el cisma de Ecône. El arzobispo rebelde Marcel Lefebvre lo eligió prelado. Él ha aceptado. Ahora está excomulgado por la Santa Sede, al igual que sus compañeros y su jefe espiritual. De Galarreta asegura que los rusos se comerán Europa cuando esté madura. La pasada semana, en el cuartel general suizo de los integristas, concedió la siguiente entrevista.

Pregunta. ¿Qué sintió cuando conoció que Roma había hecho pública su excomunión?

Respuesta. No me ha afectado en absoluto la excomunión. Hay razones de orden doctrinal que justifican el paso que hemos dado. Por otra parte, el código de Derecho Canónico prevé situaciones como la nuestra. Por tanto, las penas carecen de validez en su aplicación. Cuando uno lleva a un herido en su vehículo no se detiene, como en una situación normal, ante los semáforos en rojo. Éste es nuestro caso.

P. ¿Cree en un próximo acuerdo entre el Vaticano y la Fraternidad San Pío X?

R. El Papa sabe bien que nosotros no estamos haciendo un cisma. Lo nuestro es la manifestación de una resistencia, pero con reconocimiento de su autoridad. Sin embargo, ahora utilizan el espantapájaros del cisma para arrancar el mayor número posible de fieles y sacerdotes a la fraternidad. Pero tantas veces nos han dicho que estamos fuera de la Iglesia que a la gente ya no se le mueve un pelo. Dentro de dos o tres años reconocerán que lo que hemos hecho ha traído sus frutos para la Iglesia católica.

P. ¿No le parece paradójico que este cisma se haya producido bajo el pontificado de Juan Pablo II?

Católicos y socialistas

R. Sí, me lo parece. Pero si él es el Papa de la libertad, abierto a todos y bueno. ¿Por qué no nos permite a nosotros hacer lo que precisa la Iglesia?. Tiene usted razón, es una paradoja, pero resuélvala usted porque yo no sé hacerlo.

P. El arzobispo Lefebvre designé cuatro obispos, dos en América y dos en Europa, porque teme una invasión soviética del viejo continente y, así, los prelados americanos podrían coordinar las tareas pastorales.

R. Ha habido muchas razones para estas designaciones. El argumento de la expansión del comunismo no es descabellado Si hay guerra seguro que la ganan los rusos. Si usted conociera a los jóvenes suizos, alemanes o franceses vería que no están dispuestos a tomar las armas. Por otra parte, casi todos vivimos en regímenes socialistas y el comunismo está triunfando ideológicamente. Cuando Europa esté madura, los rusos se la comerán. Además, entre la juventud los valores de defensa de la patria van de baja.

P. ¿Eso es culpa de los movimientos pacifistas?

R. Sí. El pacifismo es bueno, pero hay que saber defenderse. Yo soy pacifista, puedo dar mi vida por una causa, pero si voy con mi madre y la atacan no soy pacifista.

P. ¿Cree que España se ha descristianizado desde que la gobierna el PSOE?

R. La política no es nuestro fuerte, ni nuestro campo. El socialismo, que es lo que hoy hay en España, va contra el bien común. Un católico no puede ser socialista.

P. ¿Lamenta la desaparición del franquismo?

R. Yo no digo eso. El ideal católico es una nación que reconoce como religión del Estado la católica y que guarda los principios de justicia, de caridad, de respeto a cada persona. No sé si con Franco eso fue así. Si todos los individuos de un país son católicos, el Estado, que es su unión, debe serlo. Eso es natural.

Considero que en la actualidad un régimen católico sería aquel que hiciera valer los auténticos derechos humanos.