"La teología de la liberación destruye a las naciones"

P. ¿Cuál es la diferencia entre los derechos humanos auténticos y os falsos?

R. Por ejemplo, el derecho a la integridad física de las personas es un derecho auténtico. Tiene sus límites y excepciones. La guerra justa es una de ellas. Si me atacan yo me defiendo.

P. ¿Y la pena de muerte?

R. En líneas generales no debería aplicarse. Pero ese debate es muy complejo.

P. ¿Considera justa la guerra sucia llevada a cabo por la dictadura militar argentina?.

R. Hay que distinguir. Los militares actuaron en circunstancias necesarias. De no haber sido así, el comunismo hubiera tomado el poder. Se cometieron, sin embargo, muchos errores en la manera de defenderse. El objetivo era lícito, aunque hubo excesos por falta de capacitación.

P. ¿Cómo juzga la teología de la liberación?

R. Pienso que es un ensayo de conciliación entre el comunismo y la religión católica. Los medios que Nuestro Señor nos ha dado no son ni la violencia, ni la destrucción de los derechos de los demás, como el derecho a la propiedad privada. La teología de la liberación intenta conciliar el agua con el aceite, elementos que no pueden ser mezclados. El catolicismo tiene todos los elementos para solucionar los problemas sociales. La teología de la liberación causa daño a la Iglesia y destruye las naciones.