El desafío llega de Estonia
La delegación de la república báltica pone a prueba las intenciones democratizadoras de Moscú
La delegación de 33 comunistas que representa a la república báltica de Estonia en la 19ª conferencia del PCUS pone a prueba las intenciones democratizadoras de Moscú con la plataforma política más elaborada y de mayor apoyo popular de todas cuantas han sido sometidas al foro del partido. En Estonia, la preparación de la conferencia ha sido una obra colectiva donde han convergido el partido y las aspiraciones de la población, representada en el Frente Popular, una entidad de apoyo a la perestroika creada en el pasado abril, que agrupa a miles de personas de distinta procedencia social.
Decenas de miles de estonianos se concentraron el día 17 en el enorme estadio al aire libre de Tallin, la capital, para despedir simbólicamente a los delegados y encomendarles sus aspiraciones. "Todo el poder para los soviets", "El estalinismo es un delito contra la humanidad", "Abajo los privilegios de las instituciones" y "Viva la autogestión de Estonia", fueron los gritos que sonaron en aquella reunión masiva organizada por el Frente Popular, según el diario Sovietskaia Estonia.En presencia del secretario de idelogía de la república, el dínámico y prestigioso Imre Toome, que es delegado a la conferencia, se leyó allí un llamamiento del Frente Popular donde se insta a los delegados a "expresar claramente la determinación de Estonia de gestionar ella misma sus asuntos, sin la interminable injerencia de las instituciones del Estado, que durante muchos años han causado gran daño económico, político y moral a los intereses de los que viven en Estonia. En esta república báltica, un 0,2% del territorio soviético desde su incorporación en 1940, residen 1,6 millones de habitantes algo más del 61 % de los cuales corresponde a estonianos con arraigados sentimientos nacionalistas y fuerte animosidad contra la inmigración rusa.
La plataforma reivindicativa que los comunistas de Estonia llevan a Moscú ha sido publicada en la Prensa local y, entre otras cosas, contempla:
- Autogestión económica para Estonia a partir de 1991.
- Transferencia de las competencias económicas del Estado a la república, con excepción de la defensa.
- El derecho de la república a disponer libremente de la propiedad estatal y la renta nacional en su territorio.
- El establecimiento de relaciones económicas con otras re públicas basadas en contratos con criterios económicos de rentabilidad.
- El derecho de las repúblicas soviéticas a utilizar y preservar sus recursos naturales.
- Elaboración y puesta en práctica de un mecanismo que garantice los derechos soberanos de la república y el derecho de ciudadanía de la misma, así como el derecho a regular el desarrollo demográfico con miras a incrementar el porcentaje de población nacional.
- El reconocimiento del referéndum como la forma superior de expresión de la voluntad popular.
- La creación de una comisión dependiente del Presidium del Soviet Supremo que reexamine la Constitución y elabore un contrato estatal como documento básico de la unión de repúblicas soviéticas en igualdad de derechos.
- La creación de un Estado socialista de derecho con el sometimiento de los órganos policiales al control popular. La determinación del estatuto de las nuevas organizaciones sociales.
- El derecho de las repúblicas soviéticas a actuar en la vida internacional y relacionarse libremente con Estados extranjeros, así como a tener representantes en países vecinos con emigrantes de su propio origen.
- La determinación de relaciones entre el partido y el pluralismo político en la sociedad.
Los 33 delegados que avalan esta plataforma fueron elegidos entre un total de 108 candidatos. A diferencia de lo ocurrido en otras repúblicas y en Moscú, la lista de las candidaturas primero y de los elegidos después fue publicada íntegramente en la Prensa, que indicaba los cargos de todos ellos. Ninguno de los delegados ha sido colado desde estructuras ajenas a la república, cuyo máximo dirigente, Vaino Vialas, un estoniano de 52 años, sustituyó este mes al impopular Karl Vaino. Vialas se formó como historiador en la universidad de Tartu, el centro de la vida intelectual estoniana, y fue embajador en Venezuela y Nicaragua.
[Dos manifestaciones se produjeron ayer en Moscú, según . Mientras la policía dispersaba violentamente una concentración de 150 tártaros, un millar de personas, entre ellas miembros del disidente movimiento Unión Democrática, ocupó una plaza cercana.]
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Perestroika
- Glásnost
- Comunismo
- Represión política
- Estonia
- Manifestaciones
- URSS
- Bloques políticos
- Protestas sociales
- República
- Bloques internacionales
- Centroeuropa
- Europa este
- Transición democrática
- Reformas políticas
- Malestar social
- Partidos políticos
- Conflictos políticos
- Ideologías
- Gobierno
- Administración Estado
- Europa
- Política
- Administración pública
- Problemas sociales