_
_
_
_
_
CITA EN CANADÁ

Los 'siete' creen que la 'perestroika' genera confianza

Francisco G. Basterra

Los siete grandes de Occidente -Estados Unidos Japón, República Federal de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá- declararon ayer en Toronto que "la mayor libertad y la apertura" producidas en la URSS permitirán disminuir la desconfianza entre el Este y el Oeste. En la declaración política hecha pública ayer, 24 horas antes del final de la cumbre, reconocen "numerosos cambios" en la URSS y anuncian que reaccionarán positivamente a una liberalización en la patria del comunismo. Pero no prometen ayudar a Gorbachov en lo que más necesita: en la economía. Y se quedan más cortos que Reagan cuando, a su regreso de Moscú, dijo que hay que "apoyar" la perestroika.

Más información
90 minutos para pensar en el futuro
La deuda oficial condonada, apenas un alivio para los países más pobres de África
El rebrote inflacionista preocupa más que el riesgo de recesión

Hay también una exigencia occidental a Moscú de que debe ir mucho más lejos para garantizar los derechos humanos. Los dirigentes de los países más ricos declaran que siguen con "especial atención" la evolución en los paísews del Este, y les estimulan para que abran sus economías.Los siete hacen un llamamiento político a la cooperación internacional para atajar el lavado de dinero negro procedente de la droga: "localizando, congelando y confiscando los beneficios de los traficantes". Lsta, única novedad en el tema de los narcóticos, es una propuesta norteameric ana.

Los participantes en la cumbre reafirman su política de no hacer concesiones al terrorismo -otro de los temas de la reunión de Toronto-, y apoyan el principio de que no debe permitirse despegar a aviones secuestrados una vez que hayan aterrizado en cualquier país.

Los líderes del mundo rico reiteran que la relación con Moscú delbe estar basada en el diálogo y en una cooperación "constructiva y realista" que comprenda el control de armamentos, pero también los derechos humanos y los conflictos regionales, como forma de estabilizar la relación con el Este. Confirman que, en el futuro previsible, la disuasión nuclear y una fuerza convencional adecuada son la garantía de la paz en libertad".

Los líderes occidentales exhortan a Gorbachov a mantener una "conducta responsable" en la escena internacional, aplauden la retirada soviética de Afganistán y le piden "contribuciones constructivas a la solución de otros conflictos regionales".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los siete, alineándose con Reagan, dicen a Gorbachov que respete los derechos humanos, advirtiéndole que la paz entre los dos sistemas no pasa sólo por el control de armamentos. "Urgimos a la URSS a que progrese en el respeto a la dignidad humana y a las libertades", cumpliendo lo que Moscú suscribió en el Acta Final de la Conferencia de Helsinki.

Los países más industrializados -que han coincidido aquí en que algo importante está cambiando en la URSS y que Gorbachov es un verdadero reformista- piden también al líder soviético que "institucionalice" los cambios de la perestroika, que derribe la "dolorosa barrera de la división entre los pueblos" y que remueva los obstáculos a la emigración.

Los siete dedican particular atención a los países del Este, a los que estimulan a "abrir sus economías y sus sociedades". Se refieren a la posibilidad de incrementar los intercambios económicos y se felicitan de las señales que envía el Este (por ejemplo, estableciendo relaciones con la Comunidad Europea) para concluir su aislamiento económico.

Pero, inmediatamente, condicionan la posible expansión de las relaciones económicas Este-Oeste a que "las bases comerciales sean firmes, se conduzcan en el marco de los principios y las reglas básicas del comercio internacional y del sistema de pagos y sean consistentes con la seguridad y los intereses de cada uno de nuestros países".

Línea dura

Estados Unidos ha defendido en Toronto una línea dura respecto a los créditos al Este. "No realizaremos concesiones económicas previas con la esperanza de estimular a la URSS a aceptar las legítimas preocupaciones occidentales en áreas no económicas", advierte un documento norteamericano entregado aquí a los corresponsales acreditados ante la Casa Blanca.

Los siete insisten en que la evolución positiva en la URSS se ha producido "porque las democracias industrializadas se han mantenido fuertes y unidas". Ponen como ejemplo la firma del tratado INF, "resultado directo de la firmeza y de la cohesión occidentales". Los países ricos felicitan a Reagan y a Gorbachov por los avances en desarme, y dicen que las futuras reducciones de armamentos deben ser "asimétricas y verificables". "Ahora esperamos profundas reducciones de armas estratégicas", dice el comunicado.

Los siete países más industrializados de Occidente anuncian en su declaración que todavía la "masiva presenci a de fuerzas convencionales soviéticas en Europa oriental y la superioridad convencional del Pacto de Varsovia, además de su capacidad de lanzar un ataque por sorpresa, constituyen el problema esencial de la seguridad en Europa".

También señalan que el refórzamiento militar soviético en Extremo Oriente es fuente de inestabilidad en Asia. "Estas amenazas", dice el proyecto de declaración, "deben ser reducidas". Los siete no llegaron a un consenso para incluir en la declaración los conflictos de Suráfriea, Oriente Medio y la guerra del Golfo Pérsico.

[Los siete líderes occidentales lanzaron ayer un llamamiento al presidente surafricano, Pleter Botha, para que indulte la pena de muerte que pesa sobre los seis de Sharpeville, informa France Presse.]

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_