Terrorismo musical

El grupo gallego Siniestro Total siempre ha hecho apología del terrorismo, del terrorismo musical por supuesto, creyendo firmemente que en sus desbocadas instrumentaciones y en sus enloquecidos textos está la verdad. Sus conciertos no varían demasiado de este esquema, resultando ásperos y monótonos. No conocen la palabra tregua.En la presentación de su sexto elepé, titulado "Me gusta cómo andas", demostraron no haber hecho el más mínimo esfuerzo por pulir este salvaje estilo. El gran cambio radica en que esa anarquía sonora, ese maremagnun escénico, está, como en el caso de algunas grandes estrellas, bajo un cierto control. Puede ser un caso más de maduración exageradamente lenta, aunque todo hace pensar que los cambios hay que buscarlos en las mentalidades de unos músicos que, cansados de ser la alternativa dura para un público adolescente, buscan otras salidas más gratificantes. Tal vez por esto el antiguo batería ha cambiado las baquetas por la guitarra, los teclados y una obsesiva armónica. Quizas por ese motivo la base rítmica suene más seria que nunca, recordando siempre que forma parte de una banda. Seguramente por esa razon busquen con fuerza unas raíces que van más allá del punk de finales de los setenta, husmeando sin complejo alguno en el blues y el rhyhm and blues. En estos dos generos pretenden basar su actual sonido, arreglando a su medida buena parte de un repertorio que recorre la parte mas interesante de su discografía.

Pero pese a todo siguen siendo auténticos terroristas, ametrallando con sus inmisericordes guitarras y bombardendo con los textos más acidos y corrosivos del rock español. Y en directo es cuando explotan, convirtiendo cualquier detalle en una agresión: "Esas palmas, coño", aullaban poco antes de dedicar un tema al Ejército del Pueblo Gallego.