La imagen del 'rock and roll" tiene un precio
Las grandes empresas asocian su nombre a la música de los jóvenes
La influencia de la música en la juventud, la forma en la que ésta se ha integrado a sus vidas, ha atraído desde hace unos años la mirada de los magos de la mercadotecnia internacional. Agotados muchos de los recursos publicitarios convencionales, empresas de los campos más diversos intentan de distintas formas acercarse al mundo del pop-rock y sacar provecho de él. Una asociación que aparentemente beneficia a todos los implicados en ella, pero que algunas de las grandes figuras de la música rechazan sistemáticamente.
Tras las primeras gestiones fallidas que intentaron traer a Bruce Springsteen a España, sus managers intentaron buscar un promotor privado para traer al boss a estas tierras. Inmediatamente surgieron las ofertas de las grandes marcas norteamericanas, y él las rechazó. Aunque su anterior elepé se titulara Born in the USA (Nacido en USA), Springsteen no quiere ver asociado su nombre a un producto como la coca-cola, símbolo del estilo de vida americano.La actitud opuesta es la de Michael Jackson. Su gira europea ha sido patrocinada por la Pepsi Cola, aunque en la etapa española sus presentaciones llevan tintes políticos. Entre la solvente ayuda moral del Ayuntamiento de Madrid, que posibilitó la contratación en esta ciudad, y el patrocinio excepcional de Chupa Chups para su presentación en Barcelona, por razones de orgullo catalán, las actuacior es de Michael Jackson son, hasta que empiece a cantar, un batido de marketing, y poco tienen de fenómeno estrictamente musical.
"Creernos que Michael Jackson es el mejor cantante de esta década, y no podíamos permitir que actuara sólo en Madrid y Marbella", afirmó Xavier Bernat, vicepresidente de Chupa Chups. "Como empresa catalana, asumimos el riesgo de traerlo, aunque sabemos que vamos a perder dinero. Se han vendido en Cataluña 20.000 entradas en 15 días, y eso es un récord, pero no estaré contento hasta que se vendan todas".
Se pondrán a la venta 80.000 entradas en Barcelona, a 7.500 pesetas. La inversión aproximada de la empresa catalana en este concierto es de 400 millones de pesetas. "No intentamos seguir patrocinando conciertos porque sólo nos interesaba el mejor, Michael Jackson. Despues de él sólo lo haríamos si surgiera un nuevo Elvis o unos nuevos Beatles".
La Caixa de Catalunya no ha dejado pasar la oportunidd de asociarse a tan magno acontecimiento. Se reservó la venta de 4.500 localidades de césped para sus clientes de las cuentas familiares, que obtuvieron sus entradas con un precio especial de 6.200 pesetas. Ya están agotadas. Ellos son también los encargados de la venta de la totalidad de las entradas de este concierto a través de sus 530 oficinas en Cataluña.
Algo más que líquido
Nick Harrison, de Pepsi Cola en España, afirma que la intención de su empresa es asociar su nombre a un público "con un toque original de rebelión". Según ellos, que han patrocinado las multimillonarias giras de Tina Turner, Lionel Ritchie y Michael Jackson, su intención es apoyarse en figuras clave para la juventud. No aprovechan la fama del cantante porque, "por muy grande que sea un artista, Pepsi es más grande", afirma Harrison. Pero se reservan los derechos del uso de la imagen del grupo en televisión, prensa y radio. "Queremos que Pepsi quiera decir algo más que el líquido de una botella".Ellos han iniciado sus patrocinios a la música española con la gira de Duncan Dhu, a quienes han pagado una alta suma que el contrato les impide revelar, aunque otras fuentes apuntan a más de 20 millones. "Es un grupo nuevo y asumimos el riesgo. No esperamos que sean el número uno para patrocinarlos".
La Coca-Cola no ha querido apostar a un solo grupo y un solo cantante, sino a varios. Patrocina las actuaciones de Whitney Houston y Pink Floyd, y las giras por toda España de Cómplices, Gabinete Caligari, Hombres G, Mecano y Olé-Olé. Se ha pagado a cada uno de los grupos españoles entre 5 y 10 millones. "Es una forma de publicidad que beneficia a los grupos", dice Javier Teixidor, de Coca-Cola y músico él mismo. "Es una plataforma para potenciar la música y para que los artistas tengan cierta tranquilidad económica para seguir creando".
Los contratos de Hombres G y Olé-Olé implican la utilización de su imagen en vallas publicitarias, spots televisivos y una fuerte campaña en prensa. Prácticamente, cada vez que se encuentren frente a una chapita de Coca-Cola tendrán que sonreír y posar.
Babelia
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