La OLP, dispuesta a negociar con Israel en el seno de una delegación árabe

La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) está dispuesta a participar en una conferencia internacional de paz en Oriente Próximo en el seno de una delegación árabe conjunta, manifestó ayer Bassan Abu Charif, consejero de prensa de Yasir Arafat. A escasos metros de donde el portavoz del líder de la OLP efectuó esas declaraciones, los jefes de Estado reunidos en la cumbre árabe que comenzó la noche del martes discutían, en encuentros conjuntos y bilaterales, la forma de hallar una respuesta común a la sublevación popular palestina en los territorios ocupados por Israel.

Bassan Abu Charif declaró que la OLP prefiere participar con una delegación propia en una hiDotética conferencia de paz que resuelva cuatro décadas de permanente enfrentamiento entre los árabes y el Estado de Israel. El portavoz de Arafat añadió, no obstante, que la central aceptaría ser incluida en una delegación árabe común, "si su participación independiente fuera el único problema para la celebración de la conferencia". La OLP tendría en ese caso una representación semejante a la de los otros países árabes participantes.Fue la declaración más sabrosa de una jornada de febriles contactos en el hotel El Aurassi, entre los que destacaran los sostenidos por el rey Hussein de Jordania y Yasir Arafat, de un lado, y los presidentes de Argelia, Siria y Libia, de otro. Los reunidos en Argel tienen que presentar hoy sus conclusiones al mundo, antes de dar por terminada su cumbre.

Desafío

El encuentro de Argel es el que más jefes de Estado árabes ha reunido desde que en 1974 proclamaron a la OLP única representante legítima del pueblo palestino, poniendo fin a las pretensiones jordanas sobre Cisjordania y Jerusalén Este. El prestigio de Argelia y el dramático tema de la sublevación palestina han conseguido que el encuentro de Argel sea el más importante en tres lustros.

Se trata, como señaló ayer la agencia oficial soviética, de "dar una respuesta concreta y realista" al mensaje desesperado de los palestinos que, desde hace seis meses, tiran piedras, queman neumáticos y mueren en las calles y caminos de Tierra Santa.

El plan del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y la última reunión en Moscú entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov, no han sido capaces de encontrar esa "respuesta concreta y realista". La solución debe satisfacer al mismo tiempo las aspiraciones palestinas a construir un Estado en su tierra y las israelíes a mantener para siempre el que han logrado levantar.

Si se piensa que entre 1945 y 1981 los países árabes han tenido entre sí 2.272 conflictos, resulta difícil imaginar que puedan ponerse de acuerdo en apenas tres días. Un gran resultado de esta cumbre ya sería el que todos los presentes en la capital magrebí proclamaran su disposición a apoyar la creación de un Estado palestino.

Los representantes pa estinos presentes en Argel afirman que se darían por contentos con un comunicado que desmintiera las afirmaciones estadounidenses de que ni los mismos árabes quieren un Estado palestino.

[Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Amigos del Sáhara de España ha enviado telegramas a la cumbre, a Benyedid y Hassan II en los que pide una solución para el conflicto saharaui, informa Efe].