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Llegada triunfal de Hassan II a Argel

El rey Hassan II de Marruecos fue el último de los grandes líderes árabes en llegar a Argel para participar en la cumbre extraordinaria consagrada a la sublevación palestina en los territorios ocupados. El monarca alauí llegó triunfalmente en el transbordador Marraquech, que le servirá de casa. Sombrero fez, chilaba y babuchas blancas, descendió la pasarela del brazo de su anfitrión, Chadli Benyedid, en traje occidental. Horas antes de la apertura de la reunión, la OLP pidió a los dirigentes árabes que proclamen la necesidad de crear un Estado palestino.

Argelia -"símbolo de la lucha heroica contra el colonialismo", como la llamó ayer el tunecino Ben Alí- ha cosechado ya una gran victoria particular. En Argel están todos: el saudí Fahd, el kuwaití Jaber al Ahmed al Sabah, el jordano Hussein, el sirio Hafez el Assad, el libio Gaddafi, el marroquí Hassan II, el libanés Amín Gemayel, el tunecino Ben Alí, el. palestino Arafat. Radicales y moderados, prosoviéticos y pronorte americanos, reyes, emires y presidentes, todos los grandes del mundo árabe han respondido a la convocatoria del argelino Chadli Benyedid.Bueno, casi todos. Faltan el iraquí Sadam Husein, ocupado en su guerra con Irán, y el egipcio Hosni Mubarak, cuyo país aún no ha sido readmitido en la Liga Árabe desde que estableció relaciones diplomáticas con Israel. Mubarak viajó ayer sopresivamente a Bagdad para entrevistarse con Husein.

Hassan Il pretendía causar sensación y lo logró. El monarca llegó en barco al puerto de Argel a las cuatro de la tarde hora peninsular, apenas dos horas antes del comienzo de la reunión. Procedente de Tánger, el blanco Marraquech atracó majestuosamente en la bahía azul, acogido por el ruido de las sirenas, los sones de las bandas de música, el yuyu de las mujeres del desierto y el ondear, por primera vez en más de una década, de las rojas banderas jerifianas en el cielo de Argel.

Era su primera visita a Argel desde 1973 y todo el mundo era consciente de la solemnidad del momento. La reconciliación hace unas semanas de Marruecos y Argelia ha sido el primer fruto prematuro de esta cumbre.

Hassan II ha establecido vivienda y oficina en el Marraquech. El rey ha rechazado la oferta de alojarse como el resto de sus pares en el remozado hotel El Aurassi, sede de la reunión. Como condición previa a su asistencia a esta cumbre, Hassan II había pedido la desaparición de la escena argelina del Polisario, al menos durante: su estancia en la ciudad blanca.

Los independentistas saharauis, muy activos cuando en Argel se concentra un grupo numeroso de periodistas, se han borrado del mapa. La. Prensa argelina no dice ni palabra de ellos; sus relaciones públicas y encargados de prensa no aparecen por los distintos escenarios de la cumbre.

Ya es oficial que el encuentro árabe de Argel será seguido .de inmediato por una reunión de los jefes de Estado de los cinco países del Magreb. Será la primera reunión conjunta de los dirigentes de Argelia, Marruecos, Túnez, Libia y Mauritania desde el comienzo de la guerra del Sáhara, en 1975.

Los cinco discutirán las vías de construcción del gran Magreb. Túnez adelantó ayer que propondrá la creación de una entidad económica magrebí, necesaria para hacer frente a la crisis económica regional, y sobre todo a lo que Ben Alí denominó "el desafío de la CEE", con la que los países árabes del noroeste de África realizan el 60% de su comercio.

Hafez el Asad y Muammar el Gaddafi, los más imprevisibles dirigentes árabes, llegaron también ayer a Argel. El aterrizaje del avión del sirio coincidió con el que traía al libanés Amín Gemayel, que, por esa causa, tuvo que dar muchas vueltas en torno al aeropuerto Huari Bumedian. Una vez más el desdichado Gemayel perdió frente al poderoso Asad.

Basani Abu Charif, portavoz de Arafat, declaró ayer a EL PAÍS que la OLP espera de esta cumbre "medidas políticas y económicas de apoyo al pueblo palestino. Medidas concretas". "El plan Schultz ha fracasado porque no contempla el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y la construcción de un Estado", dijo Abu Charif, a quien la explosión de un paquete bomba dejó sin dedos en la mano derecha, sin el ojo izquierdo y con el rostro acribillado.

[Los líderes clandestinos de la revuelta palestina enviaron una carta a los dirigentes árabes para que la cumbre apoye acciones guerrilleras contra Israel, informa Reuter].

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