La edición española en Latinoamérica es ya un rival dice el director del Fondo de Cultura Económica
Los editores latinoamericanos tienen ya un competidor serio en la producción de las editoriales españolas que imprimen allí para abaratar costes, según dice Jaime García Terres, poeta y director de la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica, que presentó en Madrid su antología poética Las manchas del sol (Alianza Editorial). El pabellón dedicado a México en la actual Feria del Libro de Madrid ofrece 1.100 títulos, entre los que destacan la enseña técnica, la literatura infantil y la historia mexicana. Tal y como acostumbran a hacer anualmente, los Reyes realizaron ayer su visita a la Feria del Libro de Madrid.
¿Cómo le nombraron a usted embajador de México en Grecia?", preguntó el poeta Giorgios Seferis a Jaime García Terres, que a la sazón ejercía ese cargo. "Fue culpa suya", acusó el embajador, y le mostró un libro de Seferis traducido por él al castellano. Jaime García Terres es un mexicano al viejo estilo: jovial, con el don de la conversación y el -de la anécdota. Director de la poderosa Fondo de Cultura Económica desde 1981, la editorial, según él, ha deslavazado algo su coloración izquierdista, aunque "no su espíritu inconformista", dice. "Los que están conformes están perdidos".Cuando Henry Kissinger le preguntó qué tipo de editorial erala suya, le respondió que había publicado las obras completas de Marx y Engels, también las de Malthus y Adam Smith, "e incluso dos libros de Kissinger".En esa conversación con Kissinger, en México, el editor le recordó al ex secretario de Estado que todavía se encontraba en una lista negra confeccionada durante la guerra ffla, y seguía teniendo dificultades para conseguir un visado. Kissinger tomó nota y prometió interesarse en el caso. Hasta hoy. La ley McCarran-Walter, responsable de estas restricciones de entrada en Estados Unidos, fue anulada en parte en diciembre de 1987, pero continúan las dificultades de entrada para muchos intelectualesy artistas de izquierda. García Terres es un mexicano tan característico de su tiempo que ésta es la primera vez que visita España, si bien ha tratado a muchos españoles.Y ello porque durante los 40 años de la dictadura mantuvo las tesis del gobierno mexicano, el más hostil al régimen de Franco a causa de una muy considerable emigración de republicanos. Garcia Terres mantiene algunas ideas que habría revisado el tiempo, como la de la "España invertebrada". "Éso es lo que heredamos de España", dice, "la preocupación por la identidad".Se le resquebraja un milímetro la amabilidad del rostro cuando se le menciona el V Centenario. '¿Qué encuentro de culturas?", dice. "Lo que hubo fue un choque, el aplastamiento brutal, el quebrantamiento de una cultura por otra..." Alude luego a las supersticiones religiosas y culturales que llevaban los españoles consigo y que explican sus brutalidades en la conquista, y también a los lados admirables de la colonización, como las legislaciones sobre derechos humanos y derecho internacional. Y recuerda la visita de unos editores españoles a México. "Mire", le dijo la señora de García Terres a la esposa de un editor, mientras pasaban por el sitio histórico de Cholula, "aquí fue donde las huestes de Cortés, sus antepasados, perpetraron una masacre sobre los indígenas". "Mis antepasados, no", respondió la señora española. "En cualquier caso serían los suyos".
"El hombre que no se expresa es la mitad de un hombre", cita, para hablar de su poesía. Ésta es directa, sencilla, narrativa.
Babelia
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