Una exposición en París anticipa el bicentenario de la Revolución Francesa
Cerca de 500 proyectos previos se exhiben en 10.000 metros cuadrados
El ministro de Cultura francés, Jack Lang, inauguró el viernes en París una exposición, en el Grand Halle de la Villette, titulada 89 avant premikre. En 10.000 metros cuadrados se presentan más de 200 expositores, 500 proyectos previos, 40 espectáculos y 50 coloquios, sobre un único tema: la Revolución Francesa de 1789 y la celebración de su bicentenario.
En esta exposición, por, para y sobre el bicentenario, hay de todo, bueno y malo, pues están representados en ella no sólo los organismos oficiales a nivel nacional y provincial, sino también las asociaciones más diversas, además de particulares, cada cual con sus proyectos, iniciativas y productos que vender, pues en esta manifestación, entre feria y fiesta, se trata en gran parte de buscar quien patrocine ciertas iniciativas, además de movilizar a la opinión pública para que se interese por el acontecimiento.La medalla conmemorativa, o la joya, se puede conseguir en la caseta de la Casa de la Moneda. Si lo que se quiere es un bibelot, o incluso una golosina, tendrá que ir a la del Ministerio de Industria. Pero además de ello se pueden comprar camisetas con el emblema del bicentenario -muy hermoso- o tejidos, o una enciclopedia de la revolución en tres tomos, a menos que el espectador prefiera inscribirse en la carrera París-Pekín en moto, que partirá de la plaza de la Bastilla y llegará a otra plaza también revolucionaria, pero en China, o simplemente participar con su velero particular en Les Voiles de la Liberté, organizado por la ciudad de Rotien.
Si prefiere el espectáculo, puede ver cine, teatro o incluso cabaré y escuchar música, además de poder participar en coloquios que no sólo tratarán de temas históricos y revolucionarios, sino de candente actualidad como la droga o el SIDA o la libertad individual.
Proyectos monumentales
Otro de los atractivos de la muestra es Inventar 89, que presenta los proyectos seleccionados en el concurso internacional de creación. De los 772 recibidos, el jurado eligió 136, de 16 países, entre los que hay gran variedad, animaciones, monumentos, viajes, paseos, bailes, conciertos, edificios, instalaciones provisionales o no y un largo etcétera.Algunos proyectos son realmente monumentales, como el de las puertas de la revolución, tres puertas situadas en tres fronteras, tierra, mar y aire, que costará, si encuentra quien lo financie, la cantidad de 12.300.000 francos (más de 240 millones de pesetas), aunque los hay más caros, como el del Girardot, treinta y pico millones de francos, para construir la silla de Urano, de 150 metros de altura.
Entre los proyectos militantes, el de 6.000 mujeres: una franja de 300 metros delante del castillo de Versalles, cuyo fondo estará cubierto con 6.000 recipientes de cobre llenos de orina, en recuerdo de la manifestación de mujeres ante el castillo pidiendo libertad y paz. Entre los humorísticos, el de Vederven, que propone nombrar rey de Francia al actual príncipe heredero de Dinamarca, descendiente del mariscal napoleónico Bernadotte. Entre los irónicos, el de Christa Fischer y Kapieski, La fuente de la egalité, brutalité et spuditité: si el espectador quiere leer el mensaje, debe acercarse tanto que corre el riesgo de quedar empapado por un chorro de agua imprevisto que surge de improviso.
El de Honegger es muy hermoso: entre los escultóricos: un rayo de sol penetrará el 14 de julio de cada año por una puerta entreabierta sobre la que está escrita la declaración de los derechos humanos, iluminando un globo terrestre. Entre los más tecnológicos, el de P. Soussan, una imagen sobre roca que sólo podrán ver quienes celebren el tricentenario de la revolución, pues tardará un siglo en imprimirse.
Babelia
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