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La policía recupera los seis cuadros robados en abril en la Fundación Miró de Barcelona

Detenidas varias personas, entre ellas los dos presuntos autores materiales de la sustracción

Los seis cuadros de la Fundación Miró robados en abril de este año han sido recuperados por la policía en una operación simultánea realizada en Barcelona y en Palencia. Los lienzos se hallaban escondidos en el interior de dos zulos, uno en una localidad próxima a Barcelona y el otro en un establecimiento de Palencia. Su estado, según un primer análisis policial, es bueno. Al parecer, no han sufrido ningún desperfecto en estos dos meses de secuestro.

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Los inspectores del grupo primero de la Brigada Regional de Policía Judicial (BRPJ) han detenido a varias personas relacionadas con este robo, entre los que se encuentran Antonio Jorge Carrancio Díez, el Toni, y Luis Aníbal Medina. Los dos son los presuntos autores materiales del robo.Ambos fueron identificados por la policía a las 24 horas de producirse la sustracción. Durante todos estos días, Carrancio y Luis Aníbal han sido sometidos a un seguimiento continuo por inspectores de toda la brigada.

A todos los lugares a los que acudían eran seguidos por dos o tres inspectores. Para tratar de averiguar dónde se hallaban escondidos los cuadros, la policía instaló micrófonos ocultos en sus domicilios. Pero todo fue en vano. Los dos presuntos ladrones jamás comentaron nada del caso, ni en público ni en privado.

El seguimiento policial tuvo, por fin, sus frutos hace un mes, cuando Antonio Jorge Carrancio, un delincuente habitual originario de Palencia, cogió un avión con destino a Italia. El objetivo del viaje no era otro que buscar un comprador para los cuadros. Durante un mes, Carrancio contactó con diversos marchantes de arte del país transalpino, mientras agentes españoles e italianos le seguían. Esta vez, a diferencia de la investigación por el rififi al Banco Hispano Americano, la policía italiana no se precipitó en ningún momento a detener al presunto ladrón. Sin los cuadros descubiertos, una detención podía ser fatal para el curso de la investigación.

Finalmente, la policía española pudo enterarse dónde se hallaban los lienzos. Sin perder un instante, los agentes entraron en un establecimiento de Palencia y hallaron algunos de los cuadros. El resto estaba enterrado en un zulo cercano a Barcelona. La operación se cerró con la detención de Carrancio en Italia y del resto de los miembros de la banda. La aventura del robo se había acabado.

La furgoneta

La policía no quiso informar ayer acerca de la pista esencial que llevó directamente hasta estos delincuentes. Sin embargo, al parecer, esta pista es la matrícula de la furgoneta utilizada para robar los cuadros. Una persona vio la matrícula y la facilitó a la policía. Cuando los agentes comprobaron que el vehículo pertenecía a delincuentes comunes, la pista adquirió una solidez fundamental.

Tres días después del robo, los inspectores de la brigada prepararon una operación para hallar los cuadros. Se creía que podían estar en un almacén propiedad de uno de los involucrados en el suceso. Sin embargo, en el lugar no sólo no había cuadros, sino que tampoco se halló la más mínima pista relacionada con ellos.

La inteligente actitud de los ladrones, que nunca comentaron nada del robo, ha llevado casi a la desesperación a muchos de los policías que participaron en la investigación. "Habíamos de vigilarlos día y noche, y sin que se enterasen, ya que, si nos veían, podían destruir los cuadros y escapar", comentó ayer uno de los inspectores.

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