Subvenciones al cine
Con referencia al artículo de Ángeles García de 19 de mayo (Profesionales del cine piden que las subvenciones no superen los 30 millones), desearía puntualizar que las subvenciones al cine son la versión española de legislacionesPasa a la página siguiente
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europeas promulgadas hace 25 años. Por consiguiente, ni son novedosas ni revolucionarias ni están en el origen de la crisis del cine. Al contrario, son un intento de solucionarla.
Intentar reavivar la industria a través del inversor individual es un dislate. En las presentes condiciones de mercado, la rentohilidad de la inversión cinematográfica privada viene a ser menor que la de la ruleta. Las películas americanas -por poner un ejemplo- arrancan con un 50% o 60% de prefinanciación de televisión y un 10% o 20% de vídeo. En ausencia dé tales condiciones y sin mercado exterior -que para obtenerlo exigiría rodajes en inglés en sonido directo, o sea, reparto no español-, ¿cómo levantar una producción sin el concurso del sector público? Piénsese que el productor español no recibe del distribuidor más de un 15% del bruto de taquilla. Y eso, con suerte, unos 14 meses después de hecha efectiva la inversión.
Resulta, desde luego, sorprendente que los universitarios rebeldes de ayer sean los yuppies de hoy. Pero ver a CC OO y UGT defender que el cine vuelva al mercado capitalista privado de donde lo sacaron los conservadores alemanes y franceses hace 20 años es surrealista.- Director de cine.
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