El hospital Juan Canalejo

Es la primera vez que escribo una carta, y lo hago en nombre de mi madre, aunque no sé si merecerá su aprobación para publicar; a los ciudadanos sólo nos queda, ante la ineficacia y la pasividad, la denuncia en la Prensa.Mi madre tiene 50 años. Vivimos en un cuarto piso, en una casa sin ascensor. Desde hace tres años padece un proceso varicoso en las piernas y desde hace un año acude a curas cada 10 días al hospital Juan Canalejo, en La Coruña.

Últimamente habían hablado de operar, y nos pareció una idea buena porque no se tenía de pie. En un principio nos dijeron que el plazo de espera sería aproximadamente de un año. Ante la demora, preguntamos el coste de una operación ya irreversible en un hospital privado; nos dijeron que, aproximadamente, 200.000 pesetas, por lo que decidimos esperar. En este plazo mi madre se quejaba de fuertes dolores; el especialista, si es que puede llamársele así, decía que no era nada. Hoy nos comunicaron que le había aparecido una nueva úlcera en un tobillo.

En este largo plazo de espera, a mi madre no le han hecho ni radiografías, y no han empleado otras técnicas en la percepción de la enfermedad que el simple ojo clínico del especialista del Juan Canalejo. Por si esto no fuera suficiente, uno de los facultativos que allí trabaja recomienda a sus pacientes que se vayan a su consulta privada, porque, según dicen, en el Juan Canalejo no hay medios suficientes. El médico al que acudimos particularmente recomendó operar inmediatamente. ¿Por qué los facultativos del Juan Canalejo no la atienden como merece? No me queda más que decir. Sólo que si a mi madre le pasa algo, los únicos responsables serán las autoridades del Ministerio de Sanidad por no ejercer el debido control entre los médicos de los hospitales, que parece que, en vez de estar ahí porque es su profesión, están para prestarnos un favor al personal.-